
El presidente de la Asociación de Armadores de Panamá (ARPA), Juan Diego Reyna, destacó que el principal reto del sector marítimo panameño es retomar la planificación estratégica con una visión de largo plazo, similar a la que se impulsó en la década de 1990.
“Lo que nos hace falta es un solo término: planificación. Tenemos que volver a planificar con una estrategia de más de 20 años, pensando en cómo depara el futuro”, afirmó Reyna. Señaló que esa hoja de ruta debe incluir incentivos y la reglamentación de la ley de cabotaje, para generar condiciones de competitividad y fortalecer la industria marítima auxiliar.

Sus declaraciones se dieron en el marco del Encuentro Marítimo 2025 de la Cámara Marítima de Panamá, actividad que se desarrolló con motivo de la visita al país del secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), el panameño Arsenio Domínguez.
El empresario recordó que la industria marítima auxiliar es el “cuarto pilar” de la plataforma marítima nacional, junto al Canal, el registro de naves y el sistema portuario. Destacó además que en Panamá se realizan unas 50 mil operaciones de cabotaje al año, lo que refleja la magnitud del movimiento interno de carga por vía marítima.
Reyna subrayó que Panamá debe cuidar su reputación internacional ante los retos que representan prácticas como la “flota fantasma”, y reafirmó que el país debe seguir apostando al mar. “Cada vez que Panamá lo ha hecho, ha acertado”, concluyó Reyna.
