Las tensiones comerciales y los riesgos de conflictos geopolíticos continuarán marcando tendencia este año y afectando el comportamiento de la economía mundial. El efecto en las cadenas de suministro, en el flujo del comercio mundial que se mueve por el transporte marítimo pueden verse afectados.
Ante este escenario, el Banco Mundial, señala que principalmente las economías en desarrollo enfrentan un trabajo más difícil para hacer frente a los desafíos globales.
El organismo multilateral advierte que aunque la economía mundial se estabilice en los próximos dos años, se proyecta que las economías en desarrollo progresarán más lentamente para alcanzar los niveles de ingreso de las economías avanzadas.
El Banco Mundial estima que la economía mundial se expandirá y crecerá a un promedio de 2.7% tanto en 2025 como en 2026, en igual ritmo que en 2024, a medida que la inflación y las tasas de interés desciendan gradualmente.
También se espera que el crecimiento de las economías en desarrollo se mantenga estable en alrededor del 4% durante los próximos dos años.
En el caso específico de América Latina y el Caribe, el Banco Mundial prevé que el crecimiento aumentará al 2.5% en 2025 y al 2.6% en 2026. En el caso de Panamá se estima que el producto interno bruto crezca en 3% este año y en 3.5% en 2026.
Estrategia conjunta
“En un mundo determinado por la incertidumbre normativa y las tensiones comerciales, las economías en desarrollo necesitarán políticas audaces y de largo alcance para aprovechar las oportunidades sin explotar en el ámbito de la cooperación transfronteriza”, dijo M. Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
El experto del Banco Mundial recomienda establecer asociaciones estratégicas para el comercio y la inversión con los mercados en rápida expansión de otras naciones en desarrollo.
Además de modernizar la infraestructura de transporte y estandarizar los procesos aduaneros para reducir gastos innecesarios y fomentar una mayor eficiencia comercial.
Otra de las medidas que se pueden aplicar, es políticas macroeconómicas acertadas en los países, lo que fortalecerá la capacidad de estos para sortear las incertidumbres sobre el panorama mundial.
En el informe, el Banco Mundial señala que, en los próximos dos años, las economías en desarrollo podrían enfrentar graves dificultades.
“La gran incertidumbre mundial relacionada con las políticas podría socavar la confianza de los inversionistas y limitar los flujos de financiamiento. El aumento de las tensiones comerciales podría reducir el crecimiento mundial. La inflación persistente podría retrasar los recortes previstos de las tasas de interés. Sin embargo, la economía mundial también podría obtener mejores resultados de lo esperado, especialmente si sus principales motores, Estados Unidos y China, logran ganar impulso”.
Según el análisis del Banco Mundial, en China, la adopción de medidas de estímulo adicionales podría impulsar la demanda. En Estados Unidos, un sólido gasto de los hogares podría dar lugar a un crecimiento mayor que el previsto, con efectos beneficiosos para las economías en desarrollo.