La posible reubicación y cierre de las operaciones del actual aeropuerto Marcos A. Gelabert en Albrook para dar paso a la futura gran estación del tren Panamá–David encendió las alarmas en la industria aeronáutica.
La Coalición por la Aviación Nacional, integrada por Pilotos Privados y Comerciales, mecánicos, estudiantes de Aviación, dueños de aeronaves, dueños de empresas de ventas de aeronaves y piezas, distribuidores de combustible de Aviación, escuelas de Aviación con presencia en la terminal y encabezada por Jaime Fábrega, rechazó de forma categórica la medida anunciada por el secretario nacional del ferrocarril, Henry Faarup, y advirtió de los graves impactos económicos y sociales que traería.
“El aeropuerto Marcos A. Gelabert no merece, ni puede, ni es correcto que se mueva de donde está. Ese es el hub de la República de Panamá”, expresó Fábrega en entrevista con La Prensa.
De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censo, en 2023 este aeropuerto registró 67,592 operaciones aéreas, movilizó 210,128 pasajeros y transportó 342,499 kilos de carga, generando más de $3 millones en ingresos al Estado.
Fábrega precisó que la terminal aérea, además, concentra más de 1,500 empleos directos, 21 empresas de aviación, 90 aeronaves, 200 hangares y cuatro escuelas de aviación que forman a pilotos para aerolíneas como Copa y DHL. También atiende el 80% de las evacuaciones médicas desde el interior hacia hospitales en la capital como el Hospital del Niño, el Oncológico y la Caja del Seguro Social, ubicados a pocos kilómetros.

Aunque el Gobierno ha dicho que la decisión aún se encuentra en estudio, para los miembros de la Coalición, el panorama sigue siendo incierto y de concretarse podría afectar los más de 1,500 empleos, además de las operaciones aéreas que son vitales.
“Aunque se diga que está en evaluación, eso no nos tranquiliza en lo absoluto. La incertidumbre sigue y es necesario un diálogo serio con los afectados”, insistió.
El vocero de la Coalición por la Aviación Nacional aclaró que no se oponen al tren, pero sí a que se sacrifique el aeropuerto. “Nosotros le damos la bienvenida al tren, pero lo que no estamos de acuerdo es que de golpe y porrazo y sin mediar consulta se haga un anuncio que atenta contra el bienestar y las fuentes de trabajo de miles de panameños”.
La organización presentó una denuncia a la Defensoría del Pueblo en la que piden a este organismo mediar para lograr que se abra un compás de diálogo con la Secretaría del Ferrocarril.
“Un aeropuerto no es un lugar donde gente acomodada guarda sus juguetes. Son polos de desarrollo. Panamá es el único país del mundo que, en vez de abrir aeropuertos, los está cerrando”, sentenció Fábrega.
Advierten que no es viable mudar las operaciones a Panamá Pacífico
El vocero de la Coalición por la aviación nacional explicó que el aeropuerto de Panamá Pacífico no cuenta con la conectividad necesaria para reemplazar en este momento a la terminal de Albrook.
“Está ubicado a una distancia considerable de la ciudad de Panamá y carece de un sistema de transporte eficiente que garantice la rápida movilización de pasajeros y carga”.
Indica que se afectarían directamente las operaciones diarias y generaría sobrecostos logísticos, además de restar competitividad a empresas aéreas que dependen de la cercanía a hospitales, centros de transporte y oficinas gubernamentales.
Además, sostuvo que Panamá Pacífico no tiene la infraestructura suficiente para absorber las más de 200 concesiones, hangares y las 90 aeronaves que actualmente operan en Marcos A. Gelabert.
Incluso, el plan maestro de la desarrolladora London Development, que administra la zona, no contempla la operación de un aeropuerto de esta magnitud.
Dijo que varios empresarios han advertido que, en caso de ser forzados a trasladarse allí, optarían por cerrar sus compañías, lo que significaría la pérdida de cientos de empleos y un golpe severo al ecosistema de la aviación nacional.
