El Mercado Común del Sur (Mercosur) agrupa a más de 295 millones de consumidores y, por el tamaño agregado de las economías que lo integran, se posiciona como la quinta economía más grande del mundo.
Este bloque comercial, conformado por países de alto peso productivo y exportador, representa un mercado clave en un contexto internacional marcado por el aumento de medidas proteccionistas y la reconfiguración de las cadenas globales de comercio.
Para Panamá, su eventual incorporación al Mercosur abriría la puerta a una mayor inserción en ese espacio económico ampliado y a nuevas oportunidades de integración regional.
De acuerdo con un reporte elaborado por Deloitte, Panamá mantiene actualmente un marcado déficit comercial con el Mercosur.

En 2024, el país exportó al bloque $12.03 millones, incluyendo operaciones desde zonas francas, lo que representó un crecimiento de 5.2% frente a 2023, pero apenas el 1.2% del total exportado por la economía panameña.
Los principales productos enviados fueron desperdicios y desechos de aluminio y cobre, ron, camarones congelados y manufacturas de materiales como piedra, cemento y yeso.
En contraste, las importaciones desde el Mercosur alcanzaron $501.7 millones en 2024, pese a una caída interanual de 14.9%.
Estas compras representaron el 3.5% del total importado por Panamá y se concentraron principalmente en automóviles, productos farmacéuticos, aceite de soja, reactores y cereales.
Como resultado, el déficit comercial con el bloque ascendió a $489.7 millones, reflejando una relación comercial todavía desequilibrada.
En la última década, las exportaciones panameñas a los países del Mercosur han alcanzado los 62.6 millones de dólares, siendo Brasil el mayor receptor con 57.7 millones de dólares. Panamá exporta principalmente desperdicios de aluminio, chatarra de hierro y pescado congelado a este país.
El informe de Deloitte señala que la adhesión de Panamá al Mercosur podría contribuir a modificar esta dinámica, al facilitar una mayor diversificación de exportaciones y fortalecer el rol del país como plataforma regional.
En particular, se destaca el liderazgo panameño en exportación de servicios: en 2024, Panamá exportó $18,267.5 millones en servicios, equivalentes al 21% del PIB, con el transporte, los viajes y los servicios financieros como principales rubros.
Estas exportaciones han crecido a una tasa media anual de 4.4% en la última década.
Según el reporte, los sectores que podrían verse más beneficiados con la incorporación al bloque serían logística y transporte, servicios financieros y agroindustria.
La posición geográfica de Panamá, su infraestructura portuaria en el Atlántico y el Pacífico, y su conectividad aérea y marítima refuerzan su potencial como socio estratégico y como puerta de entrada del Mercosur hacia Centroamérica y otros mercados internacionales. En ese escenario, la adhesión al bloque se perfila como una oportunidad para atraer inversión, dinamizar el comercio y consolidar la competitividad del país.

Dovi Eisenman, presidente de la Cámara de Comercio de la Zona Libre de Colón, comentó que la incorporación de Panamá al Mercosur representa una oportunidad para incrementar el movimiento comercial de la zona franca, no solo en importaciones y reexportaciones, sino también mediante la instalación de manufactura ligera dentro del complejo.
Señaló que hay empresas sudamericanas explorando instalarse en la zona franca para establecer su centro de distribución en la zona franca.

