La concentración del ingreso sigue siendo extrema en América Latina, lo que refleja la permanencia de la desigualdad social en gran parte de la región incluyendo Panamá, así lo refleja el informe anual Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025: Cómo salir de la trampa de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)
El organismo detalla que el 10% más rico en América Latina y el Caribe capta el 34.2% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre solo alcanza el 1.7%, aunque esta es solo una de las dimensiones en las que se manifiesta la desigualdad en la región, al tratarse de un fenómeno estructural y multidimensional.
Igualmente, se advierte que el coeficiente de Gini que mide la desigualdad social y económica, aunque tiende a reducirse, sigue siendo entre los más elevados del mundo.
La Cepal advirtió que Panamá continúa entre los países con mayores niveles de desigualdad de toda América Latina, según los datos presentados por su secretario ejecutivo, José Manuel Salazar-Xirinachs.
“El índice de Gini de Panamá supera el valor de 0.5, y es el segundo más elevado de la región”, afirmó, al comparar el desempeño panameño con el promedio regional de 0.45. Esta posición confirma que el país forma parte del grupo donde la desigualdad es más persistente y estructural.
El informe revela que en Panamá la población que es 10% más rica concentra el 39% del ingreso, al igual que en el caso de Brasil, mientras que en Colombia es el 44%.
“El índice de Gini es el indicador de desigualdad más utilizado. En 2024, el promedio simple para 12 países se situó en 0.452, cifra apenas inferior a la registrada en 2023 (0.456). En 2024 se registraron caídas del índice de Gini de al menos un 2% en la Argentina, el Brasil, Costa Rica, Honduras y México, mientras que Panamá y la República Dominicana experimentaron incrementos iguales o superiores a ese valor”.
El organismo destacó que Panamá refleja con claridad el patrón de concentración de ingresos que caracteriza a la región.

Salazar-Xirinachs advirtió que en materia educativa, los datos también muestran inequidades significativas. “Se observan importantes brechas de acceso y aprendizajes entre zonas rurales y urbanas, y también entre distintos grupos poblacionales”, explicó.
Los contrastes son particularmente marcados en los territorios indígenas, donde “solo el 10.7% de los jóvenes accede a la educación terciaria, frente al 31.6% de los jóvenes no indígenas”, una diferencia que limita la movilidad social y refuerza la desigualdad estructural.
Además, el informe de la Cepal revela que la intensidad de la pobreza en Panamá es especialmente alta en zonas rurales (54,7%) en comparación con la zona urbana (38,2%).

Consultado por la relación entre crecimiento económico y empleo, Salazar-Xirinachs señaló que “Panamá es una de las economías con mayor crecimiento en la región, con una tasa promedio anual de 5.5% entre 1990 y 2024”. Sin embargo, subrayó que ese dinamismo no se traduce en suficiente empleo formal porque “el crecimiento ha sido impulsado por sectores de alta productividad que no generan mucho empleo, como los servicios financieros y el Canal de Panamá”.
Además, recalcó que en el último año el desempleo ha estado impactado por el cierre de la mina y un menor dinamismo del sector de la construcción, actividades que generaban una gran cantidad de empleos.
Por ello, el secretario ejecutivo insistió en que el país debe avanzar hacia una estructura productiva más diversificada. “Es importante que Panamá impulse un crecimiento de amplia base, diversificado y capaz de generar más puestos de trabajo”, dijo.
Agregó que “Panamá está haciendo políticas industriales y la Cepal está ayudando en la estrategia para desarrollar el sector de servicios modernos”, una de las apuestas para reducir desigualdades y mejorar la cohesión social.
¿Cómo está la pobreza en la región?
El Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025 de la Cepal revela que el 25.5% de la población latinoamericana equivalente a 162 millones de personas se encontraba en situación de pobreza por ingresos en 2024, lo que significa una disminución de 2.2 puntos porcentuales respecto de 2023 y de más de 7 puntos porcentuales en comparación con 2020, en plena pandemia de Covid-19.
La Cepal indica que la incidencia de la pobreza monetaria observada en 2024 en la región constituye el valor más bajo desde que hay datos comparables.
En el caso de la pobreza extrema el organismo de detalla que afectó al 9.8% de la población con alrededor de 62 millones de personas en 2024 bajo esa condición socioeconómica, lo que representa 0.8 puntos porcentuales menos que el año anterior, pero 2.1 puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en 2014, cuando se alcanzó el nivel más bajo de las últimas tres décadas.
La reducción de la cantidad de población en situación de pobreza a nivel regional en 2024 se explica principalmente por los resultados de México y, en menor medida, de Brasil. Para 2025, la Cepal proyecta una leve reducción de la pobreza debido a las limitadas perspectivas de crecimiento regional.
Según las mediciones del organismo regional de las Naciones Unidas, también se ha registrado un descenso de la pobreza multidimensional, que pasó del 34.4% de la población de América Latina en 2014 a 20.9% en 2024, principalmente gracias a los avances en materia de vivienda y servicios. La pobreza multidimensional afecta más a las niñas, niños y adolescentes y a quienes viven en zonas rurales. Las mujeres también presentan mayores niveles de privación individual que los hombres: por cada 100 hombres con privación multidimensional hay 122 mujeres en la misma situación.
En la Cepal proponen cinco estrategias para salir de la llamda trampa de la pobreza y la desigualdad:
Reducir la desigualdad educativa;
Crear empleos de calidad;
Avanzar en la igualdad de género y la sociedad del cuidado;
Enfrentar la discriminación y el irrespeto a los derechos humanos de las personas con discapacidad, Pueblos Indígenas y personas migrantes;
Y seguir fortaleciendo la institucionalidad social y su financiamiento.


