El director del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), Nilo Murillo, defendió la importación de arroz realizada por la institución, asegurando que se trató de una medida de emergencia para cubrir un faltante de unos 600 mil quintales hasta finales de este año generado tras la ruptura de un acuerdo previo en la Cadena Agroalimentaria del Arroz.
“Nada de lo que hace el IMA afecta al mercado”, insistió, aludiendo a que el arroz que importan solo va a ferias, agrotiendas y agrodistribuidoras, y no compite con los productores.
En medio del conflicto, Murillo se apalanca en el discurso político de garantizar a la población arroz barato en ferias del IMA, algo que los productores reconocen como necesario. Sin embargo, advierten que no debe hacerse a costa de distorsionar el mercado, pues con las cantidades que importa el país se “tumba” el precio del producto local, afectando directamente a los productores nacionales, garantes de la seguridad alimentaria.
En un pronunciamiento divulgado este viernes 12 de septiembre, la institución subrayó que “la institución se vio en la necesidad de importar 550 mil quintales de arroz en cáscara, con el objetivo de garantizar el suministro en los programas de ferias, tiendas y agrodistribuidoras hasta noviembre de este año, fecha en la que se espera la cosecha nacional después de reposado el grano”.
¿Había suficiente arroz nacional para abastecer el mercado? ¿Cuándo y por qué surgió la polémica, según el IMA?
Los productores advierten que sí habría suficiencia producción local, mientras Murillo explica su versión a La Prensa.
Inicialmente, junto a los productores, se había aprobado una importación en cadena de 1.1 millones de quintales de arroz, que cubría el faltante necesario para el consumo comercial y para el IMA.
Los molinos privados importaron 463 mil quintales de forma legal.
Los productores locales se molestaron, porque sumando estas importaciones (1.1 millones + 463 mil quintales) se superaba la cantidad necesaria, alcanzando aproximadamente 1.5 millones de quintales.
En reacción, los productores decidieron dejar sin efecto la importación de 1.1 millones de quintales, dejando un faltante de alrededor de 600 mil quintales en el mercado.
Finalmente, el IMA trajo arroz que, según sus cálculos, hacía falta para cumplir con sus ferias, tiendas y agrodistribuidores, y no compite con el sector privado.
De acuerdo con el funcionario, “no es cierto que hubiera arroz suficiente. El faltante estaba claramente identificado, se aprobó un volumen de 1.1 millón de quintales para cubrirlo, y fueron los mismos productores quienes echaron atrás ese acuerdo. Así fue que se generó el hueco de más de 600 mil quintales”.
“Si no lo hacíamos, el IMA tendría que suspender la atención de más de medio millón de personas que dependen de las ferias y agrodistribuidoras. Los productores dejaron un vacío y nosotros lo llenamos, pero con un arroz que no va al mercado comercial, que no compite ni desplaza la cosecha nacional”, insistió.

Los productores, encabezados por Omar Spiegel, insisten en que la importación del IMA violó la Ley 17 de 2018, al ejecutarse en plena cosecha nacional. Afirman que se introdujeron más de 500 mil quintales, que deprimieron los precios hasta $23 por quintal, por debajo del costo de producción, calculado en $26.40.
Murillo respondió que el verdadero trasfondo es el reclamo de un subsidio de $7.50 por quintal, ya descartado por el Gobierno.
“Al final del camino, ahora han querido tomar la importación del IMA como la debacle del sector, cuando no es así, porque el arroz de nosotros simplemente es para las tiendas, las ferias y las agrodistribuidoras”, dijo el funcionario.

