PRODUCCIÓN NACIONAL

Cebolla, escasez y altos precios

Cebolla, escasez y altos precios
Cebolla, escasez y altos precios

La baja producción local de cebolla, registrada en el país desde 2008 debido a las importaciones, los cambios climáticos y la falta de apoyo al sector agrícola, ha pasado factura y afecta de forma directa a los consumidores.

Actualmente, en el Mercado de Abastos y en el de San Felipe Neri la cebolla amarilla –preferida por los panameños– se vende a $1.50 la libra, a pesar de que su precio está regulado en $0.80 la libra.

En las cadenas de supermercados solo se consigue la importada tamaño “jumbo”, que no está regulada, y cuesta $1.43 la libra.

Las autoridades alegan que parte del problema se debe a la “exportación clandestina” de la poca cebolla local que se produjo durante esta época.

Y mientras se concreta la suficiente importación del producto para la estabilización del mercado, la volatilidad de los precios se ha hecho sentir.

Por ejemplo, un quintal de cebolla, que de acuerdo con la regulación debería estar en $80, actualmente se comercializa en el mercado entre $110 y $130.

Óscar García, administrador general de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), anunció que como consecuencia de los incumplimientos registrados en los comercios, a partir de esta semana se duplicarán las multas.

“Ahora, a los supermercados que incumplan con la medida de control de precios se les aplicarán multas de $1,000. En el caso de los minisúper, la sanción será de $500; de las abarroterías, $250; y de los pequeños locales, de $100”. 

EL INGREDIENTE DEL CONFLICTO

Uno de los ingredientes preferidos en la mesa de los panameños es la cebolla. En el arroz con pollo, el bistec, la ensalada, el sancocho y en el ceviche dominguero en el Mercado del Marisco. Los panameños tienen un fetiche con la cebolla. Especialmente con la amarilla.

Este ingrediente, que no puede faltar en la bolsa de mercado de los consumidores, se ha convertido en los últimos días en uno de los temas que ha acaparado la atención del país. La razón no se debe únicamente a la ausencia del producto de los anaqueles­ porque ha empezado a llegar el bulbo importado­ , sino al costo en el que se consigue.

El cambio climático, las importaciones, el abandono al sector agrícola, el control de precios y las supuestas exportaciones clandestinas son algunas de las razones que han afectado la producción y comercialización de la cebolla, de acuerdo con los alegatos de productores, comerciantes y representantes del Gobierno.

Para los trabajadores del campo, el tema de la cebolla es un problema de vieja data. Pero la génesis parece ser la misma.

Los tropiezos comenzaron en 2008, año en el que Panamá dejó de ser autosuficiente en esta producción. Para ese entonces, en el país se sembraban cerca de mil 160 hectáreas de cebolla, pero las plantaciones fueron cayendo poco a poco, a tal punto que en la actualidad apenas se producen 300 hectáreas, lo que representa una variación a la baja de 860 hectáreas.

Al comenzar la caída de la producción, no se buscaron alternativas, como inyectar más capital en las tierras ni apoyar a los productores. La salvación se encontró en las importaciones, asegura Augusto Jiménez, presidente de la Asociación de la Comunidad de Productores de Tierras Altas (Acpta).

“Al panameño se le vendió la idea de que importar comida era más fácil que producirla, lo que ocasionó la quiebra del sector productivo del país, que desde 2008 ha perdido cerca de 35 mil hectáreas en todos los productos ”, asegura el trabajador del campo.

COSECHA VERSUS IMPORTACIÓN

En Panamá, se produce cebolla los 12 meses del año. De enero a abril se logra cubrir la demanda local de 200 mil quintales.

De abril a diciembre, se logran producir otros 120 mil quintales. Esto implica que el país pueda abastecerse con cerca de 320 mil quintales al año, cuando los consumidores demandan 600 mil quintales. Pero el problema es mucho más complejo que este cálculo matemático.

En 2014, por ejemplo, se importaron 350 mil quintales de cebolla, mientras que en 2015 se compraron 325 mil quintales de este producto. La entrada de la cebolla coincidió con el periodo de mayor cosecha, por lo que el producto se desbordaba en las tiendas.

Fue la “era de la cebolla”. Tanta cebolla hubo en el país para ese momento, que el mercado se saturó y se tuvo que botar, comenta Jiménez.

En octubre de 2014, el Gobierno sacrificó fondos del Estado a través del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) para comprar cebolla nacional; la compró, pero no pudo venderla porque el país estaba abarrotado de importaciones.

Tras ver que se estaba perdiendo el producto nacional, se excavaron fosas y se enterraron cerca de 3 mil quintales de cebollas (660 mil libras), asegura el productor.

El entonces director del IMA Edwin Cárdenas reconoció que el mercado estaba saturado por las importaciones de cebolla, lo que dificultó la rápida venta del producto local.

“Esto trajo como consecuencia que el productor nacional se deprimiera y no confió en sembrar más. Ahora, al no haber cebolla o al encontrarse en el injusto precio de $1.50 la libra al consumidor, automáticamente la mirada cae sobre los productores. Sin embargo, fuimos nosotros los únicos que advertimos de que esto podía pasar”, asegura Jiménez.

CONTROL A LA CEBOLLA

En julio de 2014, el presidente de la República, Juan Carlos Varela, firmó un decreto ejecutivo por medio del cual reguló el control de precio de 22 artículos de primera necesidad, entre ellos, la cebolla amarilla, a la que se le fijó un precio de 60 centésimos la libra.

Dos años después, productores de cebolla y papa solicitaron un aumento de 20 centavos a la libra de este producto, quedando así el precio máximo de venta a 80 centavos.

El ajuste tenía su génesis en el hecho de que el precio controlado originalmente establecido impedía ganancias para los productores. Y los comerciantes se quejaban de la poca rentabilidad de vender por  debajo del precio al que lo compraban.

Una vez se hizo el cambio en el control de precio hace una semana, el quintal (220 libras de cebollas) debía conseguirse en $80, pero está disponible para los consumidores entre $110 y $130 el quintal, de acuerdo con vendedores del mercado San Felipe Nery.

Ante este hecho, Óscar García, administrador general de la Acodeco, asegura que se han intensificado los operativos en las últimas semanas. “El lunes pasado estuvimos en el mercado agrícola central donde se verificaron 36 puestos. De este total, se colocaron multas a 9 comercios”.

García advierte de que varios locales han optado por no colocar el precio del prOducto, lo que para la Acodeco representa una anomalía porque seguramente al consumidor se le está vendiendo la cebolla por arriba del precio tope.

Aclaró que tanto la cebolla amarilla jumbo como la morada no están dentro del control de precios. “La que está bajo control de precios es la amarilla, ya sea local e importada”.

Para el presidente del Grupo Rey, Nicholas Psychoyos, estas anomalías que se presentan actualmente con la producción y comercialización de la cebolla en el país se deben, en parte, a una mala programación de las importaciones y a un mal censo respecto a la cantidad de cebolla disponible en el campo.

Explica que, actualmente, el Grupo Rey optó por no vender cebolla nacional, debido a que su precio en el mercado se consigue por arriba de lo que estipula el control de precios. “Optamos por no vender antes de violar la ley, son decisiones que cada comerciante debe tomar”, asegura.

Mientras los ajustes se hacen eminentes para los productores locales, estos buscan alternativas “clandestinas” fuera de las fronteras.

De acuerdo con Rodrigo Araúz, coordinador de las cadenas agroalimentarias del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), las consecuencias que generaron la escasez de cebolla fueron los efectos de los cambios climáticos y la salida de aproximadamente 45 mil quintales de cebolla sin control por la frontera con Costa Rica.

Según el funcionario, en el vecino país, el precio por el quintal de cebolla era de $115, mientras que en Panamá el precio regulado era de $60.

Augusto Jiménez afirma que estas acusaciones son “falsas”. “La venta de cebolla en tierras altas siempre ha sido a comerciantes locales y tradicionales. Esa es una excusa para cubrir el abandono al sector agrícola y para tapar de que ahorita no es buen negocio para los importadores traer cebolla al país por la escasez que hay actualmente a escala mundial”.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Panamá frustra envío de mercancía de contrabando que salió de la Zona Libre hacia Colombia. Leer más
  • Tribunal Superior revoca sentencia: absuelve a exministra y condena a exfuncionarios del Miviot. Leer más
  • Pago PASE-U 2025: Ifarhu anuncia calendario para próximas entregas. Leer más
  • Venezuela anuncia el zarpe de un buque de Chevron con crudo en medio de las tensiones con Estados Unidos. Leer más
  • Influenza A(H3N2) en Panamá: prevención, síntomas y monitoreo de la variante K. Leer más
  • Panamá logra su mejor cierre histórico en el ‘ranking’ FIFA. Leer más
  • Maduro asegura que María Corina Machado se está preparando para irse de Venezuela. Leer más