La transformación del Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA) que se convertirá en un instituto de formento eliminará su función crediticia y reducirá personal, tras años de pérdidas y créditos incobrables.
Así lo adelantó el presidente de la República, José Raúl Mulino, al señalar que nuevo Instituto de Fomento Agropecuario eliminará la facultad de otorgar préstamos y marcará el fin de una operación financiera “irresponsable” que dejó cientos de millones en créditos incobrables.
Durante el conversatorio semanal, el mandatario fue enfático al señalar que bajo su administración no se desprotegerá al productor nacional de arroz —uno de los sectores más sensibles del agro panameño— pero advirtió que el modelo de financiamiento del BDA “no podía seguir”.
“Esa entidad no se regula por los parámetros de la Superintendencia de Bancos de Panamá. El BDA tiene de banco solo el nombre”, afirmó Mulino.
El jefe del Ejecutivo también lamentó que gran parte de la fuerza laboral del BDA haya sido ineficiente: “Se está reduciendo esa fuerza laboral inútil. Lamento decirlo así, pero es inútil en todo el país”, dijo.
Según la memoria y cuenta del BDA del año 2024, la entidad contaba con 664 trabajadores en planilla, de los cuales 559 eran trabajadores regulares por los que se gastaba en total 807 mil 407 dólares y 105 trabajadores en la planilla transitoria con un total de 117,400 dólares.
El gasto total en planilla ascendía a 943,707 dólares incluyendo los trabajadores permanentes y los transitorios, además de 18,900 dólares en gastos de representación.

El informe de 2024 del BDA detalla que del presupuesto que le habían sido asignado, 59.15 millones de dólares eran para créditos agropecuarios, de los cuales se aprobaron 48.42 millones de dólares en 1,867 operaciones.
La actividad pecuaria ocupaba el primer lugar en este periodo, representando un 61% del total desembolsado. En segundo lugar se encuentraba la actividad agrícola con un 22%, y otras actividades con un 17%.
Los activos de la entidad estaban valorados en 495.5 millones de dólares y el total de la cartera de préstamos vigente de 231.1 millones al cierre del año pasado.
La morosidad de la entidad al 31 de octubre de 2024 era de 6.7 millones de dólares, una media de 3.7%.

La mayor morosidad reportada según la memoria 2024 era en Darien con el 27.31% del total de la cartera morosa, seguida de Coclé con 18.61%.

Para 2025 el BDA tenia previsto unacartera de crédito por $75 millones para el 2025.
Según las estadísticas publicadas por el Banco de Desarrollo Agropecuario, al cierre de mayo, se había aprobado 22.4 millones de dólares en préstamos y se habían desembolsado 13.9 millones.
La recuperación programada al cierre de ese mes estaba en 14.3 millones de dólares y se había ejecutado 16.1 millones de dólares.
La cartera activa de la entidad sumaba 174.7 millones de dólares con una morosidad del 3.4%, equivalente a 5.9 millones de dólares. Cabe destacar que los reportes mensuales de este año, del BDA que se publicaban en su página web desaparecieron y no se encuentran en línea actualmente, solo la memoria del 2024 y otros años anteriores.
Además, el presidente Mulino adelantó que se aplicará una revisión similar en el Banco Hipotecario Nacional, donde también se estudia la calidad de la cartera de préstamos.
Mulino indicó que espera tener antes de fin de año un informe del Banco Nacional de Panamá sobre el estado de la cartera del BDA, la cual, según datos de la gerencia, incluye más de $200 millones en créditos clasificados como “malos”. “Eso es mucha plata. Muchos esperan que les den el préstamo y no pagan, y nada les pasa. Eso se va a acabar”, advirtió el presidente.
Cierre escalonado y millonarias pérdidas
En paralelo con esta transformación, el BDA ya ha iniciado un proceso de cierre escalonado de sucursales en todo el país, de acuerdo con un cronograma que se extenderá hasta abril de 2026.
Según informó la entidad, el plan contempla el cierre de 27 agencias, comenzando con las ubicadas en Tonosí, Nata, Chame y Capira, entre julio y septiembre de 2025. Las siguientes fases afectarán sucursales en provincias centrales y comarcales.
Las operaciones del banco habían estado generando pérdidas cercanas a los $35 millones anuales, según reportes oficiales revelados por el gerente general del Banco Nacional de Panamá, Javier Carrizo Esquivel, entidad encargada de evaluar al BDA.
La situación financiera deficitaria fue uno de los principales detonantes para la reestructuración.
La semana pasada Carrizo Esquivel dijo que el Banco de Desarrollo Agropecuario acumuló deudas incobrables por más de $200 millones a lo largo de los años, comprometiendo seriamente su viabilidad.
El gobierno prevé que el proceso de reestructuración total del BDA tomará un año y culminará con la creación del Instituto de Fomento Agropecuario.
Este nuevo ente tendrá un enfoque técnico y de acompañamiento, pero no estará autorizado a otorgar financiamiento. La idea, según explicó Mulino, es que los bancos regulados —como el Nacional o la Caja de Ahorros— no absorban créditos de mala calidad, ya que eso afectaría sus reservas y su estabilidad financiera.


