El volumen negociado en la Bolsa Latinoamericana de Valores (Latinex) en 2022 fue de $6,131 millones, cifra que representa una disminución de $3,330 millones o 35.2% cuando se compara con el ejercicio 2021, año que marcó un récord histórico con una negociación de $9,461 millones.
Olga Cantillo, gerente general y vicepresidenta ejecutiva de Latinex, señaló que, vistos los números, se trata de una caída importante en la negociación, que viene dada por factores externos e internos que han marcado el curso en materia económica.
Cantillo se refirió a un escenario internacional con niveles de inflación elevados en los países industrializados, la tendencia al alza de las tasas de interés, la persistencia de la pandemia del nuevo coronavirus en buena parte del mundo, con medidas especialmente restrictivas en China, la extensión de la invasión rusa en Ucrania más allá de lo previsto originalmente y el consecuente impacto en el precio de las materias primas.
La ejecutiva señaló que todos estos factores tienen un efecto cascada a nivel global que terminan repercutiendo en Panamá, que también tuvo ciertas situaciones de inestabilidad a lo largo del año, especialmente las protestas durante el mes de julio que paralizaron algunos sectores de la economía.
El volumen negociado en el mercado primario, aquél que agrupa las emisiones que salen por primera vez al mercado, sumó $4,289 millones, cifra que representa una caída de $2,656 millones o 38.2% cuando se compara con el ejercicio anterior.
Uno de los principales factores que explican la caída en el volumen negociado es que en 2022 no se produjeron emisiones destinadas al mercado internacional, pero que también se listan en la bolsa panameña y contribuyen al volumen de negociación local.
Cantillo comentó que en los últimos años estas operaciones se habían registrado de manera constante, pero en 2022 no se dieron en un entorno global de alza de tasas y mayor volatilidad en los mercados.
Por ejemplo, en 2021 el Aeropuerto Internacional de Tocumen hizo una emisión bajo este formato por $1,855 millones. El mismo tipo de emisión había utilizado la Empresa Nacional de Autopistas para refinanciar su deuda en 2020 con una emisión de $400 millones.
Se trata de operaciones que no se dieron en 2022, contribuyendo a que el año cerrara con el volumen de negociación más bajo en los últimos ejercicios. Para encontrar un año con un nivel inferior de negociación en la plaza hay que remontarse a 2018.

En 2020 y 2021, en medio de la pandemia y con unas tasas en niveles bajos, el mercado se dinamizó de la mano de empresas públicas y privadas que hicieron reestructuraciones de deuda para extender plazos de vencimiento y reducir el costo de sus obligaciones.
En 2022, con un entorno de incremento de tasas, este tipo de reestructuraciones no se produjeron en la misma medida y sin embargo han crecido las emisiones a corto plazo, como las de valores comerciales negociables (VCNs), evitando así los compromisos a largo plazo con tasas más altas.
Otro factor que explica el resultado es la menor participación del Gobierno, que en 2021 había protagonizado grandes operaciones en la plaza. En 2022, aunque también captó fondos en el mercado local, lo hizo en menor medida, ya que por un lado tuvo menores necesidades de financiamiento por la reducción del déficit fiscal tras dos años de un marcado desbalance en las cuentas públicas y, por otro, dio preferencia a las emisiones en los mercados internacionales.
Cantillo señaló que si se hace el ejercicio hipotético de excluir las operaciones del Gobierno y las emisiones destinadas a mercados internacionales, solo la parte corporativa refleja un crecimiento leve de 4.4% en el último ejercicio.
Cautela en el mercado
En el mercado secundario, que se compone de las negociaciones entre inversionistas de títulos que ya habían sido emitidos previamente, el volumen fue de $1,308 millones, con una caída de $997 millones o 43.3% respecto al año anterior. Cantillo apuntó que la mayor parte de esta caída se explica por la menor negociación de títulos del Gobierno.

En lo que se refiere al número de transacciones, también se produjo una disminución, al pasar de 11,416 en 2021 a 10,111 durante 2022, lo que según Cantillo es un reflejo de un mercado que se ha movido con mayor cautela.
Para 2023, la bolsa panameña cree que pueden elevar los volúmenes de negociación si se concretan una serie de operaciones de cierta magnitud que se están gestando actualmente.
No obstante, para Cantillo, en términos macroeconómicos, 2023 será un año con mayores retos que el que acabamos de cerrar, con una serie de temas de gran impacto económico por resolver, como la situación de la minera, la permanencia en las listas internacionales que limitan la llegada de inversión extranjera directa, así como la necesidad de cuidar el grado de inversión del país y encontrar una solución a la crisis del programa de pensiones de la Caja de Seguro Social. Todo esto, en el año que precede al torneo electoral de 2024.
Mientras tanto, en la esfera internacional, Cantillo se refirió a que en 2023 habrá presiones por la tendencia al alza de las tasas de interés, la inflación y la extensión de la guerra en Ucrania, factores que dibujan un escenario de menor crecimiento económico global y que pueden seguir alimentando la cautela entre los inversionistas.
Pese al entorno retador, la ejecutiva señala que las perspectivas de crecimiento económico de Panamá están entre las más altas de la región, y eso refleja que existen muchas oportunidades de las que se debe sacar provecho.
En lo que se refiere a la Bolsa, Cantillo dijo que continuarán desarrollando sus planes estratégicos, con inversiones en sistemas y con la promoción del mercado de valores y el centro financiero.
Como ya sucediera en 2022, para este 2023 está prevista la celebración de un Panama Day en Nueva York, así como giras de promoción a los distintos países de la región y la celebración en septiembre del foro de inversionistas en Panamá, que este año acogerá además el 50 aniversario de la Federación Iberoamericana de Bolsas y Mercados de Valores (FIAB), que agrupa a las bolsas de América Latina y España y es presidida actualmente por Cantillo.

