En medio de las presiones internacionales y específicamente del gobierno de Donald Trump que rechazó de antemano las medidas para descarbonizar el transporte marítimo, este viernes la Organización Marítima Internacional (OMI) decidió posponer por un año la decisión de votar por la adopción de su esperado marco regulatorio para reducir las emisiones de carbono en esta industria.
Tras cuatro días de negociaciones intensas y divisiones políticas entre sus Estados miembros, la decisión se tomó en la tarde de este viernes en Londres.
Las deliberaciones que comenzaron el pasado martes han estado marcadas por la incertidumbre y la especulación sobre el rumbo del voto de los países y las presiones geopolíticas de países que amenazaban con imponer sanciones adicionales por la descarbonización.
Finalmente, 57 países votaron a favor de posponer la decisión, 49 se pronunciaron por mantenerla este viernes y 21 se abstuvieron, según fuentes diplomáticas. Panamá y Liberia votaron para que se retome el tema en un año.
Los países de la Unión Europea, incluida España, defendieron mantener el calendario inicial, aunque con algunas abstenciones, mientras que Rusia, China y las potencias petrolíferas de Oriente Medio apoyaron el aplazamiento.
La propuesta de diferir la votación fue presentada a primera hora de la mañana por Singapur y Arabia Saudí, este último uno de los Estados que más abiertamente se han opuesto al esquema regulatorio.
El secretario general de la OMI, Arsenio Domínguez, subrayó que la decisión no representa un retroceso, sino una oportunidad para alcanzar consenso.
“Sabíamos que los riesgos eran altos. Este no fue un comité normal”, reconoció Domínguez ante los medios de comunicación, entre ellos La Prensa, que se conectó virtualmente. “No quiero que esto se vea como quién ganó o quién perdió. Hay más trabajo que hacer, y un año más para lograr el consenso”, dijo el panameño Domínguez.

Domínguez dijo que los países incluyendo Panamá u otros, tienen el derecho de haber votado como lo hicieron, pese a que en abril pasado habían aprobado el marco regulatorio inicialmente.
“Los países tienen el derecho y la potestad de tomar la decisión en cuanto a los procesos dentro de la organización, en relación con si están listos para abordar la adopción en este momento, o si consideran que es necesario un poco más de tiempo para atender las preocupaciones y buscar el consenso. Esa es la forma en la que yo puedo interpretar algunas de las intervenciones que tuvieron lugar durante las discusiones. Pero no puedo realmente, en estos momentos, comenzar a calificar cuál fue la decisión o por qué cada país tomó esa decisión, porque sería muy subjetivo de mi parte”, dijo Domínguez.
Destacó además que el proceso “no está muerto” y que los trabajos técnicos seguirán la próxima semana: “El marco de descarbonización sigue vivo. La OMI no puede descarbonizar sola; necesitamos que todos los sectores se unan a este esfuerzo global”.
El responsable de la OMI, que asumió el cargo de secretario general en enero de 2024, también hizo referencia a Panamá, su país natal y uno de los registros marítimos más grandes del mundo:
“Panamá está comprometido con el cumplimiento de los objetivos de la OMI. Lo que debemos garantizar es que la transición sea justa y viable para todos los países, especialmente para los que dependen del comercio marítimo como motor económico”.
Domínguez reconoció que las tensiones geopolíticas influyeron en el resultado. “Las tensiones internacionales afectan la manera en que hacemos negocios en la OMI”, dijo, en alusión a la creciente fractura entre los Estados que impulsan una transición rápida hacia las cero emisiones netas en 2050 y aquellos que piden más tiempo y apoyo financiero.

El secretario general rechazó que el aplazamiento afecte la credibilidad de la organización: “No creo que sea justo juzgar a la OMI por una sola decisión. Hemos demostrado durante más de 70 años que sabemos avanzar, incluso en contextos difíciles”.
La decisión deja a la OMI un margen de doce meses para recomponer consensos, ajustar los mecanismos financieros y revisar las reglas de gobernanza del marco climático antes de retomar la sesión en 2026.
“Este resultado nos da tiempo, no nos hace retroceder”, concluyó Domínguez. “La mejor manera de avanzar es con una sola medida global, no con una maraña de iniciativas nacionales y regionales”.


