La cadena arrocera nacional enfrenta una de sus peores tensiones en años. Gremios de productores denuncian importaciones masivas de arroz durante la cosecha nacional, caída de precios, eliminación de subsidios, incertidumbre financiera y un clima de división entre los eslabones del sector.
Mientras tanto, la industria molinera y las autoridades buscan calmar las aguas, asegurando que se han respetado los procedimientos legales y que los errores detectados han sido corregidos.
Arnulfo Morales, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores de Arroz y Granos de Panamá, advirtió que el panorama se ha deteriorado desde inicios del año. “Nos quitaron la compensación, bajaron los aranceles por los tratados de libre comercio, hay sobreproducción en Sudamérica y precios internacionales bajos. Todo eso nos ha puesto en una posición muy desfavorable”, explicó.
Con la cosecha nacional iniciando en Chiriquí y el precio cayendo a niveles cercanos a $25 por quintal –muy por debajo del punto de equilibrio de $26 a $27–, los productores alertan que no podrán cubrir sus costos ni colocar su producción. A esto se suma la llegada reciente de un barco con 462 mil quintales de arroz de Uruguay y el anuncio de otros más de 300 mil quintales adicionales que llegarían en agosto, lo que ha encendido las alarmas.
Reunión de emergencia y aclaración oficial
El pasado lunes 21 de julio, un registro erróneo de importación encendió aún más las tensiones y provocó la convocatoria de una reunión extraordinaria de la Cadena Agroalimentaria de Arroz. El encuentro contó con la participación del ministro de Desarrollo Agropecuario, Roberto Linares, quien reafirmó el compromiso de su cartera con los productores nacionales y aseguró que el MIDA “estará siempre del lado de los agricultores”.
Durante la reunión, el director de la Agencia Panameña de Alimentos (APA), Alberto Paz Rodríguez, explicó que la cifra de tres millones de quintales que presuntamente se iban a importar de Uruguay, fue registrada fue un error técnico en la plataforma digital de la institución. “La situación ya fue corregida”, afirmó.
Representantes de la Asociación Nacional de Molineros (Analmo) también negaron haber gestionado solicitudes de importación relacionadas con ese registro y reiteraron que las importaciones por parte de la industria solo se hacen cuando son estrictamente necesarias.
Por su parte, el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) aclaró que las importaciones que realiza están destinadas exclusivamente a las agroferias, con el objetivo de apoyar a las familias más vulnerables. Además del caso puntual del error, los asistentes revisaron los mecanismos relacionados con los contingentes arancelarios y las importaciones autorizadas por desabastecimiento.
La voz de los productores: “Nos están llevando a la quiebra”
Mack Espinosa, presidente de la Asociación Santeña de Productores de Arroz, aseguró que los productores están al borde del colapso: “El mercado estará lleno de arroz importado justo cuando vamos a cosechar. ¿A quién le vamos a vender y a qué precio? Estamos a punto de desaparecer”.
Indicó que ya se descargó un barco con 460 mil quintales, y ahora, en los primeros días de agosto, llega otro con arroz importado. “Para colmo, este señor del IMA, Nilo Muriño, anuncia que va a traer 550 mil quintales más de arroz, lo cual no entiendo en qué beneficia al productor nacional”, alertó.
“Este cultivo mueve cientos de millones y emplea a miles. Representamos el 50% del agro panameño. No se puede seguir improvisando con el rubro más consumido en el país”, agregó.
Los productores también denuncian que se ha distorsionado el marco legal de protección para productos sensibles como el arroz, y piden restablecer el respeto a las leyes vigentes, como la Ley 47 de 2017, que prohíbe importaciones durante precosecha y cosecha. Asimismo, aseguran que la Cadena Agroalimentaria está dividida y que la incertidumbre ha paralizado la inversión. También reclamaron que las recientes importaciones violan procedimientos establecidos en el Acuerdo de Marrakech.
Omar Espiguel, Presidente del Comité de Productores de Arroz de la Provincia de Veraguas, agregó que la situación es alarmante debido a importaciones irregulares que no respetan los procedimientos establecidos para productos considerados “rubros sensitivos”.
Según Espiguel, a pesar de que el inventario de arroz en Panamá es suficiente hasta febrero de 2026, varios industriales han importado arroz desde Uruguay sin consultar a la cadena agroalimentaria ni cumplir con las normativas vigentes, lo que ha generado gran preocupación en los productores locales.
Espiguel destacó que el consumo mensual nacional de arroz es de 719 mil quintales y que el año pasado se sembraron 99 mil hectáreas, cifra récord que casi permitió la autosuficiencia del país en este producto básico.
No obstante, advierte que la falta de regulación clara y la entrada descontrolada de arroz importado ponen en riesgo la estabilidad económica de los productores, quienes enfrentan costos de producción elevados que apenas se cubren con los precios actuales del mercado, sin que se garantice una rentabilidad adecuada.
El presidente del Comité de Productores señaló que el sector arrocero emplea directamente a unas 40 mil personas y genera alrededor de 120 mil empleos indirectos, por lo que cualquier crisis en esta industria tendría un impacto social y económico significativo en las zonas rurales del país.
Ante la falta de respuestas concretas del gobierno y de las autoridades responsables, los productores están considerando tomar acciones legales para frenar estas importaciones y exigir el cumplimiento estricto de la ley.
La industria molinera defiende su posición
En respuesta a la creciente tensión, Analmo reiteró su compromiso con el país. “El arroz es parte de nuestra cultura y de la mesa de cada familia. Estamos aquí para asegurar que nunca falte, que esté al alcance de todos y que el mercado no se vea afectado por la incertidumbre”, afirmó Raúl Palacios, vicepresidente del gremio.
Palacios defendió que las industrias han actuado con responsabilidad ante situaciones puntuales para evitar que falte arroz en las góndolas. “No se trata de ir contra nadie, sino de garantizar que el consumidor no se quede sin este alimento básico. Las importaciones se realizan solo cuando es absolutamente necesario, cumpliendo con la ley y pagando todos los aranceles correspondientes”, puntualizó.
Reconoció además que Panamá no es autosuficiente en arroz, por lo que las importaciones son un complemento necesario en ciertos periodos para evitar desabastecimientos y fluctuaciones de precios.
“El consumidor no debe pagar el precio de la desinformación o la falta de planificación. Nosotros trabajamos todos los días para garantizar que el arroz de calidad siga llegando a cada hogar panameño”, dijo.
Palacios concluyó con un llamado a la unidad: “El arroz es estratégico para el país. Nuestra misión es que esté siempre en la mesa panameña, a buen precio y con calidad, respaldando al productor nacional. Esto no es negociable”.
Una decisión pendiente
La cadena agroalimentaria del arroz se debería reunir nuevamente el viernes 25 de julio. Los productores insisten en la necesidad de reglas claras, respeto a las leyes vigentes y un plan nacional de seguridad alimentaria que priorice al productor y garantice abastecimiento sin distorsionar el mercado.
Datos del mercado panameño
La compensación de $7.50 por quintal al sector arrocero solo está reconocida hasta mayo de 2025. El gobierno no tiene presupuesto para continuar con esta compensación, según el ministro Roberto Linares.
Según el MIDA, producir una hectárea de arroz cuesta $2,508.01 con un rendimiento de 105 quintales.
- Costo por quintal: $23.89
- Precio esperado: $27.00
- Ganancia estimada: $3.11 por quintal
- Rentabilidad: 13.04%
Los productores no aceptan estas cifras oficiales y aspiran a precios mayores, aunque no hay leyes que definan un precio mínimo obligatorio.
Con la eliminación del control de precios, el mercado del arroz está regido por libre oferta y demanda.
El consumo mensual promedio es de 719,000 quintales de arroz limpio y seco, lo que representa 8.6 millones anuales.
El consumo debería crecer proporcionalmente con la población, aunque no ha cambiado en 10 años.
Panamá tiene un tratado con Estados Unidios que incluye importaciones obligatorias de arroz.
Hay dos vías legales para importar arroz:
Mediante contingentes establecidos por tratados internacionales.
Por importación directa, pagando el arancel correspondiente.
La Cadena Agroalimentaria del Arroz es un órgano técnico y multisectorial con capacidad de recomendar decisiones al Estado. La Cadena está integrada por todos los sectores, pero un 90% de su representación proviene de asociaciones de productores.
