La Zona Libre de Colón cerró el 2024 con transacciones comerciales por el orden de 24,956 millones de dólares, cifra que representa una disminución de 24% frente al valor registrado el año pasado.
La disminución, en gran medida, obedece a una importación extraordinaria registrada el año pasado de materia prima para la elaboración de medicamentos.
Entre enero y diciembre de 2024, las importaciones, es decir, lo que compran las compañías que operan en la zona franca, sumaron 12,616 millones de dólares, mientras que en 2023 totalizaron 19,757 millones de dólares.
En cuanto a las reexportaciones, las ventas realizadas desde la ZLC cerraron el año pasado en 12,339 millones de dólares, una caída del 7%, mientras que las importaciones se ubicaron un 37% por debajo del monto registrado un año antes.
En total, el valor del comercio en la zona franca en 2024 estuvo 8,172 millones de dólares por debajo del de 2023.
“Podemos resaltar que 2023, con un monto acumulado de $33,128.8 millones, ha sido el año de mayor crecimiento comercial, y que, al compararlo con el 2024, se observa la influencia del fuerte incremento en la importación de materias primas para la elaboración de medicamentos”, indicó la ZLC en su informe correspondiente a la actividad registrada durante el mes de diciembre del año pasado y el acumulado de los 12 meses.
A pesar de la caída en el valor de la mercancía que manejaron las empresas que operan en la zona franca colonense en 2024, el volumen de carga sí terminó el año con un crecimiento respecto a 2023.
La ZLC reportó que el año pasado se manejaron 2,233 toneladas métricas, cifra que superó en 13% las 1,973 toneladas métricas movilizadas el año anterior.
Del volumen total, 1,196 toneladas métricas correspondieron a carga que ingresó, y 1,036 toneladas métricas fueron carga vendida o salida del complejo comercial.
Dovi Eisenman, presidente de la Asociación de Usuarios de la ZLC, comentó que los cambios en la demanda, combinados con ajustes en los mercados internacionales y nuevas estrategias comerciales de los usuarios, influyeron en la dinámica registrada el año pasado, afectando la composición de los productos comercializados y resultando en un mayor peso relativo de mercancías de menor valor unitario.
Para este 2025, el empresario confía en que la zona franca continuará adaptándose a los cambios globales. “Mantenemos una visión estratégica enfocada en la diversificación de mercados, la modernización de procesos y el fortalecimiento de la competitividad de nuestros usuarios. Como gremio, estamos atentos a la evolución del comercio internacional y buscamos oportunidades dentro de cualquier escenario, como lo hemos hecho a lo largo de la historia de la Zona Libre”, explicó.
Sobre el comportamiento del movimiento comercial el año pasado, Luisa Napolitano, gerente general de la ZLC, comentó que factores externos han llevado a las empresas a buscar alternativas que les permitan mantener la rentabilidad tanto para ellas como para sus clientes.
“Hemos visto que la aparente desaceleración en la importación responde a compras previas de materia prima para procesos de posponement, nearshoring y otras tendencias logísticas que permiten a los clientes adaptarse a las necesidades de diversos mercados en una misma región, por ejemplo, etiquetado, normas técnicas y demás”, explicó.
El posponement es una estrategia en la que las empresas retrasan la finalización o personalización de un producto hasta el último momento para adaptarse mejor a la demanda y reducir costos de inventario. Por otro lado, el nearshoring consiste en trasladar la producción o los servicios a países cercanos al mercado de consumo, en lugar de ubicarlos en regiones más lejanas, para reducir costos logísticos y tiempos de entrega. Ambas estrategias buscan mejorar la eficiencia y competitividad en la cadena de suministro.
Para este 2025, Napolitano señala que uno de los objetivos es mejorar la competitividad de la zona franca e impulsar la apertura de mercados atractivos, mientras que Eisenman indicó que los usuarios (empresas) siguen comprometidos con el crecimiento y desarrollo de la ZLC, trabajando en conjunto con los sectores público y privado para garantizar su dinamismo y relevancia en la región.
Proveedores y compradores
No es un secreto que China ha sido históricamente el principal proveedor de productos e insumos de la Zona Libre de Colón, y 2024 no fue la excepción, al representar el 36.1% de las importaciones. Esto significa que, de 12,616 millones de dólares en importaciones, 4,541 millones de dólares correspondieron a productos elaborados en China.
Calzado, ropa, equipos celulares, electrodomésticos, televisores, computadoras, dispositivos de almacenamiento y procesamiento de datos, partes y accesorios de vehículos, así como maletas y materia prima para la elaboración de medicamentos, fueron los principales productos importados desde el gigante asiático a la zona franca en los últimos años.
A cierta distancia, en el segundo puesto como mayor proveedor de la zona franca, se ubicó Estados Unidos con el 19.6%, seguido por Bélgica en tercer lugar con el 3.8%, México con el 3%, Francia con el 2.5% e Italia con el 2.4%. Este grupo de países aportó el 67.4% del total de las importaciones del año pasado.
En cuanto a las reexportaciones, el principal destino fue Venezuela, con un 9.2%, seguido de Panamá con un 8.6%, Costa Rica con un 8.3% y Guatemala con un 6.8%. El quinto puesto fue para Colombia, con un 6.7%, mientras que República Dominicana y Estados Unidos registraron una participación del 5.5% cada uno.
Los primeros 10 puestos los completaron El Salvador, con un 4.9%; Honduras, con un 4.7%; y Chile, con un 3.8%, representando en conjunto el 64% del total de productos vendidos el año pasado por las empresas del conglomerado comercial.
Tras la caída del 20% registrada en 2020, producto de las restricciones aplicadas por las autoridades, el movimiento de la zona franca se ha recuperado, y se espera que se materialicen las mejoras en infraestructura que garanticen un mejor suministro de agua y mayores niveles de seguridad.