BERLIN, Alemania (EFE).-La belga Justine Henin-Hardenne salvó tres puntos de partido y se convirtió en la primera jugadora en nueve años que defendió con éxito el título al derrotar ayer a su compatriota Kim Clijsters en la final de Berlín, por 6-4, 4-6 y 7-5.
Las dos jugadoras belgas lucharon durante dos horas y 15 minutos hasta que Clijsters envió fuera una derecha, perdiendo ese último juego en blanco, después de haber desperdiciado tres bolas de partido cuando dominaba por 5-4.
"Esta victoria es increíble, sobre todo con esas bolas de partido", comentó Henin, "ya había dicho que para ganar hoy había que jugar el mejor tenis y que no tenía nada que perder".
Henin-Hardene sumó con el de hoy su tercer título esta temporada y el noveno de su carrera. Si ya dejó constancia de su gran forma al vencer en la final de Charleston a Serena Williams cortando la racha de 21 victorias de la americana, hoy demostró una sangre fría increíble para escapar de una derrota segura.
Clijsters jugó la mayor parte de la final con problemas musculares en el muslo izquierdo, algo que sin duda le perjudicó ante una rival de la clase de Henin. "Mi pierna me dolía un poco, pero esta clase de partidos son los que me encantan", comentó, "no me gusta cuando todo es fácil".
En la final de ayer, Clijsters recordó seguramente los problemas que siempre ha tenido para convertir bolas de partido. En las semifinales del sábado necesitó cuatro para doblegar a Capriati y en el Abierto de Australia dejó escapar dos ante Serena Williams.
"Es sin duda la mejor jugadora sobre tierra batida en este momento", reconoció Clijsters, que a partir de mañana lunes, recuperará el segundo puesto de la clasificación mundial.