La pelea entre el cubano Guillermo Rigondeaux y el mexicano Moisés Flores tuvo un desenlace polémico el sábado, que deja al Chacal como líder absoluto de la división supergallo en la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y al mexicano pidiendo una revancha.
Pese a que su triunfo por nocaut desató reacciones encontradas entre los aficionados, el cubano piensa únicamente en lo que se viene para el futuro. “Yo no puedo quedar bien con todo mundo. Si hubiera peleado con él por 12 rounds dirían que soy aburrido. Como gané por nocaut, entonces no fue legal. Bueno, yo gané bien. Los dos lanzamos golpes, pero yo fui más rápido”, dijo el Chacal a la AFP.
Una de las cosas que enfatizó Rigondeaux es que considera que en las 122 libras (55.3 kilos) no encontrará rival y no descarta subir a las 126 (57.1).
“El problema que tengo es que todos los rivales de 122 libras se han pasado a las 126. Si subo a esa categoría se van a mover a 130. Yo estoy desapareciendo a todo el mundo en las 122 libras. Yo estoy disponible para cualquiera. Los rivales son los que huyen de mí”, agregó el Chacal.
Con respecto a las constantes críticas sobre su estilo de pelea, el cubano dijo que tenía abierta la posibilidad para retar a cualquiera, incluyendo a Diego Magdaleno y Vasyl Lomachenko.
“Díganme quién será el siguiente. Los quiero a todos y los voy a vencer uno a uno. Estoy cansado de que la prensa y todo el mundo diga que soy aburrido. A Lomachenko lo enfrento mañana mismo y a Diego Madgaleno le digo algo: él tiene algo que es mío [un cinturón], y en cualquier momento lo voy a recuperar”, sostuvo.
Sin embargo, el Chucky Flores considera que la victoria de Rigondeaux no fue legal, ya que cree que fue golpeado cuando en el primer round ya había acabado.
