En la región occidental del país, le apuestan a cuatro proyectos para impulsar a la agroindustria nacional. Estos programas centralizan su actividad en productos lácteos, cacao, piña y madera, con el objetivo de dotarlos de valor agregado y posicionarles en el mercado local y en el exterior.
En el último quinquenio, el Centro de Competitividad de la Región Occidental (Cecomro) ha desarrollado la guía para impulsar la actividad agropecuaria y agroindustrial, el turismo y el capital humano en esta región del país, que involucra a las provincias de Chiriquí y Bocas del Toro, y la comarca Ngäbe Buglé.
La cartera de proyectos en ejecución por el sector privado, y gestionados por el Cecomro, involucra una inversión de 283.3 millones de dólares.
En el sector agroindustrial, pretenden darle valor agregado a la piña, el cacao, la madera y la leche, explicó Felipe Rodríguez, presidente del Centro de Competitividad de la Región Occidental.
Alianza Público-Privada
7 iniciativas en alianza público-privada fueron seleccionadas de un portafolio de 29 proyectos. El plan maestro del agro de la región y el desarrollo de la agroindustria de cacao, leche y piña forman parte de ellos.
$21 millones invertirán en el fortalecimiento del capital humano de la región occidental.
$14 millones destinarán a la iniciativa de un centro de convenciones verde.
$39 millones para el proyecto de Desarrollo Urbano Integral de Ciudades Turísticas en la Región Occidental. La iniciativa incluye mejora en infraestructura, el fortalecimiento de la cultura e identidad local, combate a la violencia contra la mujer, ciudades inteligentes, entre otros.
La industria lechera tiene un valor de 600 millones de dólares en todo el país e involucra la participación de 10 mil familias en las diferentes regiones lecheras.
La propuesta de Cecomro es prepararlas para resurgir sobre bases competitivas industriales que les permita exportar leche grado C.
Con esta iniciativa se ayudaría a evitar las pérdidas de los pequeños productores, que en algunas ocasiones no pueden vender su producción a las plantas procesadoras y se ven en la obligación de abandonar la actividad.
En el país, cerca de 5 mil 200 pequeños productores se dedican a la producción de leche grado C, materia prima que se utiliza en la industria para la elaboración de leche evaporada, condensada y en polvo, así como queso procesado.

La piña más dulce
También trabajan en la transformación agroindustrial de la piña, fruta fresca que se exporta en un 90% a los mercados de Europa, Asia y Estados Unidos.
El 9% de la producción se consume como fruta fresca en el mercado local y solo el 1% se utiliza para la transformación agroindustrial, lo que evidencia que existe un gran potencial para darle valor agregado, manifestó Malvina Moreno de Sánchez, presidente de la comisión interinstitucional de agro de Cecomro.
Con la piña panameña se puede elaborar pulpa, mermelada, jugos y frutas deshidratadas y así extender la vida de anaquel de este producto perecedero, detalló Sánchez.
En Panamá se cultiva la MD2 Golden, el tipo de piña más dulce, con menos fibra y acidez, y que puede contener hasta cuatro veces más vitamina C que las variedades regulares.

Cacao= chocolate amargo
Con la cadena del cacao, pretenden transformar el modelo exportador de bajo valor agregado hacia la industrialización tecnificada.
El cultivo de cacao predomina en la provincia de Bocas del Toro y la comarca Ngäbe Buglé. También se produce en Colón, Veraguas y Azuero.
Almirante, Changuinola y Valle del Risco, en la provincia de Bocas del Toro, dominan el cultivo en el país, con 6,500 hectáreas de las variedades criollo, forastero y trinitario.
El Cecomro en esta región agrícola del país tiene identificado a un promotor interesado en invertir 1 millón de dólares en la instalación de una planta para el secado y la transformación agroindustrial de la pulpa de este fruto, detalló Malvina de Sánchez.
Teca comercial
La instalación de una planta para la industrialización de la teca comercial, es otra iniciativa impulsada por el Cecomro en Chepo, provincia de Panamá.
Aunque la producción de esta industria se concentra en Panamá este y Darién, a la región occidental también le beneficia que se instale esta planta, porque en Chiriquí está creciendo la cantidad de hectáreas cultivadas de teca, indicó Rodríguez.
La instalación de la planta en Chepo involucra una inversión de 3.3 millones de dólares y en la misma se procesará teca proveniente de fincas certificadas.
En estos momentos se trabaja en la adecuación de la infraestructura y la instalación de la maquinaria para la confección de plywood. Esta primera etapa equivale a una inversión de 978 mil dólares, sin tomar en cuenta el valor del terreno, aseguran sus inversionistas.
La madera proveniente de plantaciones forestales es un recurso sostenible y renovable, por lo que la industrialización debe ser promovida, sostienen sus promotores. El país posee más de 80,000 hectáreas de teca de las cuales 40,000 hectáreas provienen de plantaciones forestales certificadas sin plan de transformación secundaria que pueda absorber la oferta actual.
Con este proyecto también se aumentará la generación de empleo, considerando que una plantación de 1,000 hectáreas necesita 60 trabajadores y puede producir de manera sostenible 15,000 metros cúbicos al año.
“Este es el momento para empezar la industrialización del sector forestal”, dijo Rodríguez.
La teca de plantaciones comerciales es el cultivo más extenso del país; se exporta en un 90% a la India en trozas (6,532 contenedores en 2019) y en los últimos 5 años se ha mantenido como el tercer producto de exportación panameño.
