Apuesta por las renovables



La unidad energética de Votorantim S.A. está en conversaciones con fondos de pensiones globales y fondos de patrimonio soberanos para crear en Brasil una empresa conjunta integrada de energía eólica, solar e hidroeléctrica, dijeron dos personas con conocimiento directo de los planes.

La unidad conocida como Votorantim Energia S.A. se puso en contacto con Canada Pension Plan Investment Board sobre la creación de una plataforma integrada de energía limpia, dijeron las fuentes.

Votorantim Energia también ha discutido el plan con la firma singapurense GIC Pte Ltd y varios fondos de pensiones norteamericanos sin identificar.

De acuerdo con la misma fuente, la empresa se enfocaría en el desarrollo de proyectos tanto nuevos como existentes, agregando que adquisiciones o licitaciones gubernamentales no parecen ser una prioridad. Ninguna de las fuentes reveló el tamaño o el valor estimado del negocio, al señalar que un acuerdo no es inminente en este momento.

Tal iniciativa conjunta aprovecharía el creciente interés extranjero por las energías limpias y renovables de Brasil, mientras el gobierno retira poco a poco el financiamiento subsidiado a las plantas de combustible y carbón y más industrias se adaptan a la electricidad sostenible.

Una firma de relaciones con medios que trabaja con Votorantim, con sede en Sao Paulo, se negó a hacer comentarios, al igual que CPPIB, con sede en Toronto.

En tanto, la oficina de medios de GIC en Singapur no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. El conglomerado Votorantim ha duplicado sus proyectos de energía para diversificarse de los metales básicos, el cemento, la celulosa y la siderurgia.

Los proyectos de energía limpia a menudo proporcionan ingresos estables y corrientes de flujo de efectivo, generalmente objetivo perseguido tanto por las empresas de pensiones como por las firmas de patrimonio soberano.

A diferencia de la mayoría de las grandes economías, la red eléctrica de Brasil depende en gran medida de la energía renovable, con casi dos tercios de la capacidad instalada procedente de grandes y pequeñas represas hidroeléctricas y otro 15% de la biomasa y los parques eólicos. Sin embargo, años de sequías más duras que las esperadas están forzando al gobierno y a los inversionistas a repensar la dependencia del país de la electricidad generada por la energía hidroeléctrica.

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