Fue una semana de “infarto”, tal como la describieron analistas internacionales. El dramatismo y el pánico se apoderaron una vez más de los mercados internacionales. Ninguna bolsa escapó al “viernes negro”.
La Bolsa de Nueva York abrió la jornada con pérdidas que excedían el 3%, pese a los pedidos de calma del presidente George W. Bush, quien volvió a asegurar que “seguirá tomando medidas” para devolver la normalidad a los mercados.
Incluso, el Wall Street Journal informó que se estaba evaluando la posibilidad de suspender las sesiones en este mercado, si llegase a marcar una caída de 20%.
Finalmente el Dow Jones concluyó la jornada con una pérdida de 126 puntos.
En América Latina, las Bolsas siguieron el circuito de desarme de posiciones hacia monedas duras, siendo las más castigadas Lima y Bogotá, que perdieron más de 10% y 8%, respectivamente.
La primera tuvo que suspender sus operaciones, en medio de la mayor caída de su historia.
El índice Bovespa, el principal de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, la mayor de la región, que por tercera vez en la semana debió interrumpir sus negocios por 30 minutos, perdió un 3.97%.
El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva calificó este movimiento como “la anarquía de los mercados”, reportó la agencia Reuters.
Del otro lado del Atlántico, la Bolsa de Madrid cerró con una baja de 9.14%, la mayor de su historia. La de París retrocedió 7% y la de Londres 8%.
El día fue aún más trágico en las bolsas asiáticas o de Europa del Este, donde la actividad se cortó en seco a mitad de la jornada, según los reportes de agencias internacionales.
“Nos dirigimos hacia un shock sistemático en el que los riesgos se propagan por el sistema financiero mundial como un virus”, comentaban los analistas.
En Panamá, el Ministerio de Economía emitió un comunicado en donde reiteraba que la crisis financiera de Estados Unidos y su consecuente desaceleración económica afectan poco la economía panameña.
El banquero Javier Carrizo, de Multibank, aceptó el nerviosismo de los inversionistas ante la crisis, pero considera que hay factores que deberían actuar como un catalizador positivo a corto plazo, como el hecho de que la economía estadounidense se mantiene en crecimiento.
El gerente del Banco Nacional de Panamá, Juan de Dianous, y el economista Marcos Fernández recomiendan “prudencia, disciplina y ahorro” tanto a los ciudadanos, las empresas, la banca y el gobierno, para enfrentar con eficiencia esta crisis.
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