El paso del huracán Dennis, que dejó 10 muertos en Cuba, afectó las industrias de turismo, azúcar, café y cítricos, aunque las producciones de níquel, petróleo y tabaco de la isla prácticamente no sufrieron daños, según indicaron ayer reportes preliminares.
Ayer lunes, buena parte del país continuaba sin energía eléctrica, lo que ponía un freno en la actividad económica de la isla caribeña en momentos en que las autoridades evalúan las pérdidas en viviendas, almacenes y fábricas.
Dennis, un huracán de categoría 4 sobre una escala máxima de 5, provocó desbordes marinos que destruyeron instalaciones turísticas a lo largo de su recorrido por la isla en diagonal desde el sudeste al noroeste.
Pero La Habana y los principales balnearios de la costa norte, que reciben a la mitad de los visitantes extranjeros que llegan al país, quedaron casi indemnes garantizando la continuidad de uno de los principales flujos de divisas que tiene la isla.
Dennis descargó su mayor potencia en el centro oeste de Cuba, donde están las principales plantaciones de cítricos.
