Eléctricas buscan fuentes limpias



En la reducción de las emisiones causantes del calentamiento global, la economía tomará el rumbo que el presidente Donald Trump abandonó. Puede que Trump haya retirado a Estados Unidos del acuerdo climático de París, un tratado internacional para combatir el calentamiento global.

Pero las fuerzas del mercado seguirán expulsando al dióxido de carbono de la matriz energética de Estados Unidos a medida que los generadores reemplacen a las costosas y envejecidas centrales a carbón por otras más baratas y de combustión más limpia alimentadas a gas natural, dijo William Nelson, analista de Bloomberg New Energy Finance.

Y por cada megavatio-hora de electricidad producida a partir de gas en lugar de carbón, Estados Unidos deja cerca de 0.6 toneladas de emisiones fuera del aire, agregó.

Los proveedores de energía han reducido el uso del carbón hasta tal punto que la generación de electricidad, por primera vez en décadas, no es la mayor fuente de emisiones de carbono. (El sector del transporte sí lo es). Esta reducción de la huella de carbono pone de relieve los desafíos que Trump enfrenta para cumplir su promesa de recuperar empleos en el sector del carbón y subraya la determinación de los estados y las compañías eléctricas por igual en la transición al gas y a las energías renovables.

Grandes empresas eléctricas como Duke Energy Corp., American Electric Power Co. y Edison International reafirmaron su compromiso de reducir las emisiones. “Nada cambia”, dijo Nick Akins, de American Electric Power, por teléfono el pasado jueves. El uso de carbón para la generación de energía disminuirá, agregó. Al anunciar su intención de retirar a Estados Unidos del pacto climático de París, Trump prometió buscar un acuerdo mejor.

El tratado de París “socavaría nuestra economía, paralizaría a nuestros trabajadores, debilitaría nuestra soberanía, impondría un riesgo legal inaceptable y nos pondría en permanente desventaja frente a los demás países del mundo”, dijo Trump. Sin embargo, las emisiones de carbono de las empresas eléctricas cayeron casi un 25% por debajo de los niveles de 2005 a finales de 2016, según el Edison Electric Institute, un grupo comercial con sede en Washington que apoya a las empresas de servicios públicos que son propiedad de inversionistas. “París es puramente simbólica”, dijo Nelson en una entrevista telefónica.

“Es la economía de combustible lo que ha impulsado la mayor parte de la descarbonización hasta la fecha. Y la transición del carbón al gas es extremadamente sólida. Es el costo relativo del carbón y el gas lo que tendrá el mayor impacto en las emisiones de carbono de Estados Unidos”. Los operadores de la red distribuyen los generadores de energía en el orden de sus costos marginales a corto plazo. Y en ese orden, las unidades de gas superan al carbón, dijo Nelson. Eso ocurre incluso ahora que Trump ha comenzado a revertir algunas normas ambientales, como el Plan de Energía Limpia, que apunta a los recortes de carbono en el sector eléctrico.

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