Yovanka Ramírez tiene 32 años vividos a contra corriente. Hasta el momento ha estado en su Panamá natal, en Miami, Orlando, Las Vegas, San Juan de Puerto Rico, Boston y pronto empaca maletas para Nueva York.
Vida de rock star, apuestan los que no saben que detrás de esa sonrisa de oreja a oreja, está una chica que va de metrópolis en metrópolis haciendo de meeting planner y coordinando a distancia una organización sin fines de lucro en su país: Fundación Dreams Panamá.
A través de ella, Yovanka ha podido llevar juguetes a más de 600 niños en Cañazas (Veraguas). Ahora que se encuentra en Panamá organizará en el parque Andrés Bello, El Cangrejo, el 7 de junio próximo, una campaña de recolección de zapatos y ropa para estos mismos chiquillos.
“Está muy lindo lo de los regalos y todo eso”, asegura en medio de esta entrevista, pero no tarda en dejar claro que si no hay una ayuda de fondo, “pues te quedas todo el tiempo regalando”.
No en balde su próximo gran proyecto es reconstruir junto a los vecinos de la escuela José Nadal Silva, de la provincia de Coclé, su librería.
¿Cómo empezó todo?
Desde mis 19 años estuve involucrada con la gente de Junior Chamber International (JCI) que es una cámara de comercio juvenil con presencia en 165 países para jóvenes de 18 a 45 años de edad. Es como una gran fraternidad en donde te enseñan sobre internacionalismo, negocios, comunidad.
¿Y cómo te ayudó esa experiencia?
Ahí logré ser presidenta del capítulo panameño en 2010. A esta organización le debo la inspiración y la forma en que me enseñaron cómo administrar una organización sin fines de lucro.
¿Y cómo nace la Fundación Dreams?
La fundación la creamos porque estábamos interesados en las áreas de pobreza extrema en Panamá. Principalmente en Veraguas, Bocas del Toro y Darién. Son lugares en donde todavía hay niños sin ropa; gente sin electricidad y lavando en el río. Con la experiencia de JCI me animé hace un año y tanto con la ayuda de mi familia.
¿Cómo puedes hacer todo esto a distancia?
¡Vía telefónica! (risas). Vengo mucho para Panamá, unas tres o cuatro veces al año. Chequeo todo desde internet, hago contactos por teléfono, luego vengo y observo lo que hace falta por hacer, para luego maquinar un poco y dar las órdenes.
¿Involucras a otros en el extranjero?
Sí. En Boston organicé un taller de baile para dar a conocer lo que hace la Fundación Dreams. Ahora que regrese voy para Nueva York. Esa es la ciudad con mayor cantidad de panameños en Estados Unidos. Ahí estoy evaluando lo que voy a hacer. Pero tengo amigos interesados en llevar adelante proyectos en Colón. Mi idea es hacer proyectos sostenibles que ayuden a las personas a mantenerse por sí mismas. Uno de mis patrocinadores es una empresa en Puerto Rico. Mucha gente se me ha acercado para aprender a ´entrarle a Colón a distancia´.
¿Qué haces aparte de esto? ¿Cómo te mantienes?
Soy meeting planner, organizo y produzco eventos. Eso me ha permitido ser mi propia jefa y poder rendirle tiempo a la Fundación Dreams.
¿Qué otro plan tienes para hacer en el país?
Quiero hacer un comedor social. Entiendo que debo hacerlo formal para que la ayuda llegue, porque si no, la ayuda no llega sola. Podré descansar cuando tenga una sucursal en cada pueblo y la gente tenga su desayuno y las personas de ese pueblo también trabajen para ellos mismos. Que uno solo tenga que determinar la colocación del empleo según el área que esté. Si les enseñas a cosechar, no pasan hambre.
¿Lo más difícil de todo esto?
Tienes que aprender a manejar caracteres distintos. Debes tener un buen papel como comunicador, porque en este tipo de misiones no les pagas a las personas. ¡Imagínate si la gente se queja de sus trabajos cuando en estos les pagan!
¿Más emprendedores, más empresa privada o más Gobierno?
Yo creo que todos, como individuos de una sociedad debemos retribuir un poco de lo que cada uno tiene. Siento que el Gobierno en las escuelas debe incentivar más los proyectos sociales de voluntariado; las empresas deben aprovechar la responsabilidad social como una estrategia de mercadeo, y los individuos deben dejarse contagiar de la alegría que produce ayudar a alguien.
Del mundo, para Panamá
Mercadeando buenos proyectos
Yovanka Ramírez estudió en la Universidad Latina de Panamá, de donde salió egresada en Mercadeo. Luego hizo un postgrado en producción de eventos y convenciones en Puerto Rico y Las Vegas, Estados Unidos.