Los capitanes de remolcadores del Canal de Panamá presentaron ayer una querella penal contra administrativos de la vía acuática, acusándolos de haber afectado el transporte marítimo los días 12 y 13 de abril, al eliminar unilateralmente el tercer marino que va a bordo de los remolcadores para apoyar el tránsito de los neopanamax.
La Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta del Canal de Panamá ha advertido con anterioridad que esta medida se les debió notificar y consultar, ya que afecta la dinámica y seguridad de su trabajo.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha dicho que la información fue suministrada a los marinos, tal como estipulan sus normas.
Mientras que los capitanes, que comandan la tripulación del remolcador, fueron informados a través de los documentos que reposan en cada embarcación.
La diferencia provocó una resistencia por parte de los capitanes para asistir el paso de los neopanamax por las nuevas esclusas, lo que paralizó y retrasó el paso de las naves.
La ACP advirtió del hecho e inició investigaciones. Pero los capitanes se han defendido, diciendo que su actuación respondió a medidas de seguridad.
La ACP, por su lado, dijo ayer que la querella presentada por los trabajadores es una forma “de lavar su cara” ante el país por la falta que cometieron el pasado 12 de abril, cuando incumplieron su deber al negarse a efectuar sus labores, causando daños y pérdidas tanto al Canal como a los clientes que pagan los peajes.