La pandemia del nuevo coronavirus “está ocasionando una catástrofe laboral sin precedentes”. La frase es del consultor y especialista en el mercado laboral René Quevedo, quien recordó que según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo, Panamá perdió 289 mil empleos el año pasado, como efecto de la crisis.
La cifra, sin embargo, podría crecer, según el propio analista y varios líderes de gremios empresariales consultados ayer, como consecuencia de las restricciones a la movilidad y a ciertas actividades que continuarán a partir de este 14 de enero, según anunciaron las autoridades el pasado martes, en un intento por contener la propagación del nuevo coronavirus.
Uno de los sectores más afectados el año pasado por la pandemia fue el turismo, y no empieza 2021 con mejor pie. Aunque no hay restricción para la operación de hoteles, las playas permanecerán cerradas hasta el 15 de marzo, y este es el principal producto que ofrecen muchos destinos del país. Ernesto Orillac, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá, dijo que están solicitando una reconsideración a las autoridades de salud porque si la medida se concreta supondrá prácticamente el cierre de buena parte del destino turístico que ofrece Panamá. “Esto daría una estocada final a empresas, tanto pequeñas como grandes, que tienen que ver con el turismo”.
La huella de la Covid-19 en el mercado laboral
73,265 Empleos se perdieron en 2020 en el sector del comercio, el principal generador de plazas de trabajo del país y también el que más perdió.
18.5% Es la tasa de desempleo según la última encuesta del Inec.
55,000 Empleos anuales se deberían crear cada año para que en 2025 la tasa de desempleo se reduzca a un 15%, según el consultor René Quevedo
El representante del gremio dijo que algunos empresarios se endeudaron para abrir cuando se levantó la primera cuarentena, y que ahora se verían abocados a un nuevo cierre de dos meses y medio. El efecto se notaría en el empleo y en el tejido empresarial. “Habría un efecto dominó donde muchas empresas tendrán que cerrar y despedir al personal”, vaticinó el empresario, que, como el resto de los gremios consultados, se mostró dispuesto a conversar con las autoridades para encontrar soluciones que permitan mantener la actividad con las limitaciones y protocolos que sean necesarios.
Restaurantes
Para el 15 de febrero fue anunciada la reapertura de los restaurantes para atender presencialmente a sus clientes. Hasta entonces, lo podrán seguir haciendo con el servicio a domicilio. Esta modalidad, no obstante, no genera ingresos suficientes a muchos negocios para compensar los gastos y por eso algunos empresarios decidieron no abrir las puertas en lo que esperaban que fuera un cierre de dos semanas.
La extensión de la restricción por otro mes más “va a acelerar la decisión de muchos restaurantes de cerrar”, dijo Domingo De Obaldía, presidente de la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá.
El empresario calculó que la crisis habrá supuesto el cierre definitivo de unos 2,400 restaurantes en el país y que el nuevo periodo de cuarentena se traducirá en más de 3,000 contratos suspendidos en una industria que ya había liquidado a 4,000 trabajadores.
De Obaldía llamó la atención sobre las dificultades que van a tener muchos negocios para hacer frente a la liquidación de los trabajadores y del impacto que tendrá la menor actividad de los restaurantes en la cadena de valor de la que también forman parte los productores locales.
Comercio
El comercio al por menor podrá retomar la actividad presencial a partir del 1 de febrero. Como sector, el comercio es el principal generador de empleo en el país, y también fue el que más plazas de trabajo perdió en 2020.
Nadkyi Duque, presidenta de la Asociación Panameña de Centros Comerciales, dijo que luego de la reapertura de los últimos meses del año pasado se apreciaban ciertos indicios de mejora en las ventas, una trayectoria que se vio truncada con una nueva cuarentena.
“Teníamos programado que entraran trabajadores a partir de enero, pero caerán en suspensión y definitivamente que vendrán recortes”, apuntó.
En la segunda quincena de enero se permitirá la venta online de los comercios con entrega a domicilio. Como sucede en el caso de los restaurantes, la modalidad sirve para mantener cierta actividad, pero no genera ingresos suficientes para sostener un negocio.
Duque dijo que lo positivo del anuncio del martes es que al menos tiene una fecha de reinicio de actividad y que estas dos semanas servirán para prepararse.
En febrero se reactivará la venta presencial, pero la industria espera que, como sucedió el año pasado, la recuperación sea gradual, y con ese mismo ritmo se irán reactivando contratos.
En algunos casos la reactivaciones se están produciendo para terminar la relación laboral, principalmente a través de mutuos acuerdos. Solo a medida que se vayan reanimando el consumo y las ventas se podrá acelerar la reactivación de contratos, adujo.
El pasado martes, la ministra de Trabajo y Desarrollo Laboral, Doris Zapata, dijo que la vigencia del Decreto Ejecutivo 231, que permite la suspensión de contratos hasta el 31 de enero será prorrogada durante el mes de febrero. Además, el Ejecutivo está trabajando en un nuevo proyecto de ley que será llevado a la Asamblea Nacional para regular la reactivación gradual de contratos.
Para Quevedo, las nuevas restricciones anunciadas tendrán un impacto en el empleo. El experto señaló que el 70% de los empleos del país se concentra en actividades con un fuerte componente presencial, y por lo tanto, “cualquier medida de restricción de movilidad tiene efectos devastadores”, genera incertidumbre entre los empleadores, que en una coyuntura así no va a contratar, e inhibición de consumo, lo que se traduce en mayor niveles de desempleo.