"Todos los hispanos llevamos dentro un pedacito de Cantinflas", resumió a EFE Mario Arturo Moreno Ivanova, hijo adoptivo de la estrella mexicana.
Un "pedacito" que Moreno Ivanova quiere despertar en los más pequeños, esa nueva generación de hispanos nacida en la última década, tras la muerte en 1993 de "Cantinflas", víctima del cáncer.
La actual generación hispana es nuevo mercado para un humor que sigue vivo, no sólo en las pantallas de cine o en la televisión, sino en el diccionario, donde el término "cantinflada" figura con todos los honores como "el dicho o acción propios de quien habla o actúa como Cantinflas".
Junto con la empresa BCI, Moreno Ivanova ha optado por reavivar el humor de su padre con su "muñequito", esa caricatura de "Cantinflas" que protagoniza la colección de DVDs que ahora sale a la venta por primera vez en Estados Unidos.
Una distribución que también llegará a México, Argentina, España y el resto del mundo en los próximos meses.
"Incluso hemos tenido una gran demanda en Suiza, donde nunca lo habría pensado. Claro que para ciertas áreas tendremos que utilizar subtítulos", añadió orgulloso.
Esta demanda mundial es un reflejo de la popularidad del comediante mexicano, a quien el propio Charles Chaplin describió como "el cómico más grande del mundo".
Un actor que popularizó sus grandes orejas y minúsculo bigotito, su sombrero ladeado pegado a un pelo tan engominado como revuelto y un atuendo zarrapastroso donde lo único que impedía que sus pantalones acabaran de caerse era una cuerda.
Sobre todo "Cantinflas" se ganó al público con su verborrea, un continuo hablar sin decir nada con el que se zafaba de todos los apuros.
"Todos empezamos a cantinflear cuando no sabemos la respuesta", admitió Moreno Ivanova.
Todos estos elementos quedan reflejados en los dibujos del Cantinflas Show, serie de animación que el auténtico Mario Moreno ideó en la década de 1970 para los más pequeños.
Su caricatura fue diseñada por el animador español José Luis Moro, quien también se encargó del episodio piloto, mientras que gran parte de la serie se realizó en la década de 1980, en los legendarios estudios de Hanna-Barbera, creadores de Los Picapiedra.
Cantinflas Show combina el humor con contenidos educativos, dividiendo sus episodios entre temas científicos, geográficos y artísticos.
"Los adultos repasaremos la lección con el lenguaje de Cantinflas y los más pequeños aprenderán a la vez que se enamoran del muñequito", agregó Moreno Ivanova.
Un humor que, como recordó el hijo del artista, es para toda la familia y hasta "se puede ver con la suegra".
"Es un humor blanco, sin violencia ni groserías, chistoso y con moraleja que educa y divierte de los 8 a los 80" años, añadió Moreno Ivanova, seguro de que las familias hispanas sabrán apreciar estos dibujos animados en un mercado donde "la comicidad está llena de un lenguaje vulgar y grosero".
Además, "Cantinflas" saltará también a las pantallas de los ordenadores con una colección de juegos educativos que saldrán a la venta en diciembre utilizando estas mismas caricaturas.
Una vida renovada para "Cantinflas", un humor que anualmente genera más de 4 millones de dólares con sus largometrajes, pero que en los últimos años se ha visto ligado a continuos pleitos legales.
"El problema se ha hecho más grande de lo que es porque el único dueño legal de sus derechos soy yo y nunca han podido demostrar lo contrario", resumió Moreno Ivanova, que ha defendido su legado tanto de Hollywood como del resto de los familiares del humorista.