Sol Linowitz, abogado y diplomático estadounidense, murió de una pulmonía el pasado viernes 18 en Washington, a la edad de 91 años.
Su carrera tuvo un impacto profundo en la historia de Panamá como nación, ya que tanto admiradores como detractores lo reconocen como el arquitecto de la política que llevó al presidente Jimmy Carter a renegociar los tratados canaleros.
En 1968, cuando se dio el golpe militar en Panamá, Linowitz era el embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA). La historiadora panameña Brittmarie Janson Pérez escribe que fue Linowitz quien por medio de "un engaño" logró que Arnulfo Arias saliera de la Zona, asegurándole falsamente que más podría hacer por recobrar su presidencia en Washington que en la Zona. (La Prensa, 18 de julio de 1996).
En 1976, cuando Carter llegó a la Presidencia de Estados Unidos, Linowitz, abogado de los hermanos Rockefeller y del sector bancario, recomendó negociar un nuevo tratado con Panamá. Carter, a gran costo político y en violación de sus promesas de campaña, aceptó esa recomendación.
No hay duda de que Linowitz se dedicó de todo corazón a la tarea y que su considerable astucia como abogado y negociador fue indispensable para la conclusión exitosa de los tratados y para que el Senado estadounidense los ratificara por margen de un solo voto. Por ello, muchos lo consideraron un gran amigo de Panamá y el gobierno de Ernesto Pérez Balladares lo distinguió en 1995 con la Orden Manuel Amador Guerrero. El presidente estadounidense Bill Clinton lo condecoró con la Medalla de Libertad en 1998.
No obstante, otros consideran que Linowitz fue apologista de la dictadura panameña. En 1989, Linowitz excusó el apoyo estadounidense a la dictadura diciendo, "Panamá no tiene historia de gobierno democrático". En su autobiografía (The Making of a Public Man, 1985), Linowitz usó el termino "dictador" para referirse a Alfredo Strossner, de Paraguay, pero no a Omar Torrijos, a quien Linowitz elogió como "líder astuto [que] de una forma u otra" consiguió que el pueblo panameño aprobara los tratados por referéndum.
Reacciones
La muerte del diplomático estadounidense produjo reacciones en Panamá, especialmente por su papel en la negociación de los tratados canaleros Torrijos-Carter, firmados en 1977.
El ex presidente Nicolás Ardito Barletta conocía a Linowitz desde hace muchos años cuando se inició la Alianza para el Progreso y la fundación del llamado Diálogo Interamericano, compuesto por 50 líderes estadounidenses y 50 latinoamericanos.
"Era un hombre brillante, un abogado consagrado, un estadista en todo el sentido de la palabra. Su madurez y amplitud de criterio lo convirtieron en un negociador sagaz, realista y práctico", expresó el ex presidente.
Dijo que era un diplomático excepcional, con una gran comprensión de los problemas del hemisferio y una gran visión de futuro. "Era un intelectual con grandes valores éticos y morales", añadió.
En tanto, el ex ministro de Relaciones Exteriores Jorge Eduardo Ritter indicó que Linowitz era un diplomático muy experimentado y un gran conocedor de los problemas latinoamericanos.
"El Gobierno panameño lo condecoró en reconocimiento a sus grandes aportes a la firma de los tratados del Canal", anotó.
Según él, fue un hombre que despertó mucha admiración en Panamá por la manera como condujo las negociaciones y por buscar avenidas de entendimiento en una época sumamente difícil.
Guillermo Ford, ex embajador de Panamá en Washington, dijo que fue un facilitador de los tratados y una persona de gran conciencia hacia América Latina.
