Hablar y escribir son las dos formas en que se manifiesta nuestra actividad lingüística. La primera está asociada a la comunicación por medio de señales verbales, mientras que la segunda se transmite por medio visual. La lengua hablada es una manifestación natural del ser humano; la escritura, en este sentido, es artificial. Esa diferencia afecta aspectos diversos de tipo social y cultural.
La escritura no es simplemente una transcripción de lo hablado. Ella hace permanentes los mensajes y permite, que sean llevados a destinatarios que no comparten el lugar y tiempo del emisor.
La adquisición de esta modalidad no es espontánea, sino que resulta de un proceso de instrucción al que se dedican muchos esfuerzos. En este apartado se indicarán algunas propiedades específicas de la lengua, que le ayudarán a orientar el proceso comunicativo de los escolares o, del suyo propio.
Estos aspectos son:
"La identidad del destinatario: no se habla igual a un amigo, a un desconocido, a un superior…".
"El ámbito y la situación: no se habla igual en una comunicación familiar, en una judicial, en una académica…".
"La intención comunicativa: no se expresa de la misma forma cuando se quiere pedir, cuando se quiere ofrecer, cuando solo se expresa algo…".
Además de la intensidad con que se emiten determinadas frases, que es un indicador que puede transmitir diferencias gramaticales, el alargamiento de una sílaba, puede poseer una finalidad expresiva. Estos rasgos de la lengua hablada, al igual que el timbre de voz que proporciona información del hablante, deben ser considerados durante los concursos de oratoria que se realizan en el ámbito escolar.
Para hablar mejor debe ejercitarse constantemente al hablante. Con la intención de que empiece a hacerlo, piense en una frase breve y explíquese de cuántas maneras podría emitirla y qué contenidos estarían asociados a cada una de ellas. Recuerde que la entonación con que se pronuncia una frase permite transmitir intenciones diversas. Empiece a escucharse y a escuchar a los demás, y mejore sus formas de expresión oral.
La autora es educadora
