El Estado panameño, cuya denominación es República de Panamá, nació al concierto de las naciones libres del mundo el 3 de noviembre de 1903. El poder inicialmente fue ejercido por una Junta Revolucionaria de Gobierno integrada por cuatro miembros, fueron ellos: don José Agustín Arango (presidente), don Tomás Arias y don Federico Boyd (miembros de la junta) y don Manuel Espinosa Batista (suplente).
De acuerdo a nuestra síntesis histórica en la vida institucional de la República se distinguen tres períodos. El primero es el del gamonalismo liberal y se extiende desde la tercera década del siglo pasado hasta 1968, fecha del golpe militar; el segundo es conocido por algunos como “proceso revolucionario” y por otros simplemente como una dictadura militar, comprende los años 1968 a 1989, año de la invasión militar estadounidense a Panamá; y el último período es el de la hegemonía del modelo neoliberal o de pos invasión (1990 hasta nuestros días).
En total, desde la fundación de la República hasta la actualidad, han ocupado la Presidencia 68 ilustres ciudadanos, 24 en condición de presidentes constitucionales y los demás como encargados en su calidad de designados o vicepresidentes, y como consecuencia de la ausencia temporal o permanente de los titulares.
Cuatro presidentes constitucionales murieron en el ejercicio de su mandato, don José Domingo De Obaldía (1908–1910), el doctor Ramón M. Valdés (1 de octubre de 1916 al 30 de junio de 1918), el doctor Juan Demóstenes Arosemena (1 de octubre de 1936 al 15 de diciembre de 1939) y el coronel José Antonio Remón Cantera (1 de octubre de 1952 a 2 de enero de 1955. Los tres primeros fallecieron por muerte natural y el último, fue víctima de un magnicidio aún no esclarecido por la justicia.
También tres gobiernos fueron el resultado de acciones cruentas o de “golpes de Estado”. En 1931 el mandato del doctor Harmodio Arias, surgido del porrazo encabezado por su hermano el doctor Arnulfo Arias. En 1941, don Ricardo Adolfo De La Guardia, ministro de Gobierno y Justicia del presidente constitucional doctor Arnulfo Arias, a quien defenestró. Y el gobierno revolucionario presidido por el coronel José María Pinilla y el ingeniero Demetrio Basilio Lakas, respectivamente, de 1968 a 1972.
El ingeniero Lakas además se desempeñó como mandatario electo, conducción que compartió con el general Omar Torrijos, designado constitucionalmente como jefe de Gobierno, en el período de 1972 a 1978.
Como, vergonzosamente, ocurría en Estados Unidos –hasta la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca– y en otros países del mundo. En Panamá algunos ciudadanos han experimentado discriminación social y racial, en el caso de la designación presidencial, motivada por la intromisión extranjera en nuestros asuntos internos. Por ejemplo, en las últimas décadas del decimonono el líder del arrabal santanero Buenaventura Correoso y el doctor Carlos A. Mendoza, a inicios de la segunda década de la era republicana.
Independientemente de lo antes dicho, dos ciudadanos negros o descendientes de esta etnia, ocuparon la Presidencia de la República. El propio doctor Carlos A. Mendoza, en su condición de primer designado del presidente don José Domingo De Obaldía a raíz de la muerte de este último. Y don Tomás Gabriel Duque, por dos circunstancias, primero por ser el primer designado del gobierno de don Rodolfo Chiari y por ser miembro prominente de la oligarquía.
Doña Mireya Moscoso ostenta el honor de haber sido la primera mujer en ocupar la Presidencia de la República de Panamá. Este histórico acontecimiento tuvo lugar en los albores del siglo XXI, en el periodo 1999–2004.
En la presente coyuntura electoral, uno de los tres candidatos a la Presidencia de la República para el período 2009–2014 será el presidente o presidenta constitucional número 25. En este escenario eleccionario el pueblo aspira a que el nuevo jefe de gobierno se eleve a la estatura de estadista alcanzada en la pasada centuria por líderes como el doctor Belisario Porras, el doctor Harmodio Arias, el doctor Arnulfo Arias, el doctor Ricardo J. Alfaro, don Ernesto De La Guardia Jr. don Roberto F. Chiari y el general Omar Torrijos, entre otros. ¡Así de sencilla es la cosa!
