Los actos de violencia que se registraron el pasado mes de febrero, con el supuesto asesinato de un obrero de la construcción y dirigente del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares de Panamá (Suntracs) y el enfrentamiento entre los otros obreros y los efectivos de la Policía Nacional, con un saldo adicional de casi un millar de detenidos, representan la parte visible de un conflicto político más profundo, en donde los dirimentes representan visiones ideológicas diametralmente opuestas.
Y aunque los voceros oficiales y oficiosos de la cúpula neoliberal del gobierno de la "Patria Nueva", le endilgaron a los líderes del Suntracs una agenda oculta, esos señalamientos carecen de objetividad por cuanto que el proyecto político del gremio obrero es ampliamente conocido (ver página web www.suntracs.org).
Por su parte, quien desarrolla un ideario antinacional e impopular, en su condición de peón del imperio es el gobierno cuya cúpula está integrada básicamente por elementos de la oligarquía criolla, quienes han secuestrado el país.
Efectivamente, las causas de este conflicto y de otros, que por razón de espacio no vamos a comentar en detalle, obedecen, en última instancia, a la denominada contradicción nación versus imperialismo y, en particular, en virtud de la implementación en el Istmo de los dictámenes esbozados en el documento de "Santa Fe IV", titulado Latinoamérica Hoy.
Material que define la doctrina geopolítica del establishment estadounidense a partir del gobierno de George Bush hijo, cuyo componente principal es la supuesta lucha antiterrorista desempolvada un año antes de los ataques a Estados Unidos de 2001, por parte de extremistas.
Los dos ejes fundamentales que subyacen en el documento de Santa Fe IV son: la doctrina de seguridad nacional y la lucha contra el narcoterrorismo. La primera se define como la disposición de los recursos políticos, diplomáticos y militares para proteger los intereses de Estados Unidos en todo el mundo (léase los intereses económicos de las transnacionales norteamericanas), y en el caso particular de América Latina, conservar esta región como su "traspatio". Mientras que el narcoterrorismo es puntualizado por el propio documento de Santa Fe IV como "la alianza entre organizaciones terroristas, traficantes de drogas y el crimen organizado".
Para los neoconservadores autores de este instrumento que sustenta la política geoestratégica del Gobierno estadounidense de los últimos ocho años, las amenazas son el narcoterrorismo y los comunistas chinos que tienen a Panamá como punta de lanza para su penetración hemisférica.
En este escrito se advierte, entre otras cosas, que la administración del presidente Bill Clinton "descuidó el control y adoctrinamiento de los militares latinoamericanos y exige un mayor control territorial, sosteniendo que fue un grave error devolver el Canal a Panamá". Resulta evidente, tras la lectura del documento de Santa Fe IV, la enorme relevancia que los teóricos del neoconservadurismo norteamericano le conceden a nuestro país, no en vano es mencionado en siete ocasiones.
Ello explica por qué el régimen pasado suscribió ocho convenios bilaterales con Estados Unidos, al estilo del ignominioso tratado Salas–Becker; y el actual, ha reingresado a Panamá a la Junta Interamericana de Defensa e insiste en aprobar el convenio con la santa sede que crea el ordinariato castrense, una institución eminentemente militar.
Y, quizás, podríamos especular sobre la causa real por la cual el Gobierno de Estados Unidos le suspendió la visa a Pérez Balladares, ya que fue, precisamente, en su mandato cuando los puertos en los extremos del Canal, fueron concedidos a la compañía Hutchison Whampoa, que mantiene fuertes vínculos con China.
De manera que el guión represivo desarrollado por la Policía Nacional en el pasado mes, no son excesos atribuibles al mal manejo de la fuerza policial, al contrario, el despliegue punitivo del Estado, violentando las libertades individuales, los derechos humanos y el debido proceso, son apenas "la punta del iceberg", de un proceso integral de remilitarización de la fuerza pública, a objeto de alinear y alienar al Estado y, con él a toda la Nación, a los designios imperiales descritos en el documento de Santa Fe IV. ¡Así de sencilla es la cosa!
