Hay tantos problemas y tantos incendios de viviendas hasta en San Blas en una comarca que era atractiva por sus artesanías. Ahora una serie de incendios causados por sus propios habitantes han quemado las viviendas de estas humildes familias para que el Ministerio de la Vivienda les armara otras nuevas. En Panamá otra ola de incendios ha asolado nuestra metrópoli poniendo al descubierto la "mal llamada pobreza". Yo quiero opinar buscándole a la comunicación escrita algún mensaje específico para que meditemos. La anécdota que he encontrado en los "archivos de mi computadora" me parece muy apropiada para meditar sobre el significado de la pobreza.
Cuentan que un padre de familia, económicamente acomodado, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, lo llevó para que pasara un par de días en el monte con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del campo.
En el carro, retornando a la ciudad, el padre le preguntó a su hijo: ¿Qué te pareció la experiencia? Buena -contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia. Y... ¿qué aprendiste? - insistió el padre.
El hijo contestó:
1- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
2- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos y otras bellezas.
3- Que nosotros importamos linternas del Oriente para alumbrar nuestro jardín, mientras ellos se alumbran con la luna y las estrellas.
4- Nuestro patio llega hasta la cerca... y el de ellos llega al horizonte.
5- Que nosotros compramos nuestra comida; ellos, siembran y cosechan la de ellos.
6- Nosotros oímos CD. Ellos escuchan una perpetua sinfonía de ruiseñores, patos, pericos, ranas, sapos y otros animalitos, todo esto, a veces, dominado por la melodía de la saloma que canta un vecino que trabaja en el monte.
7- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica. Ellos, todo lo que comen es saludable porque tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.
8- Para protegernos, nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas... 9-Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
10- Nosotros vivimos ‘conectados’ al celular, a la computadora, al televisor...
11- Ellos, en cambio, están ‘conectados’ a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo... y entonces, el hijo terminó: ¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!