Awa acababa de cumplir 15 años cuando se enteró de que se estaba apalabrando su matrimonio. Escapar parecía difícil, pero Awa encontró el coraje para desafiar la decisión de su padre. En su pequeño pueblo de Mali funcionaba un comité para la prevención del matrimonio precoz. El comité presentó al padre de Awa todos los argumentos en contra del matrimonio precoz y lograron convencerlo. La Unión Europea contribuye al funcionamiento de este comité y de muchos otros proyectos de este tipo en todo el mundo.
Este año se celebra el 25º aniversario de la Declaración de Beijing sobre los derechos de la mujer y 20 años de la adopción de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre las mujeres, la paz y la seguridad. A pesar de algunos avances, ni un solo país del mundo está en camino de lograr la igualdad de género para 2030.
El objetivo de la UE es que todos y todas tengamos la misma capacidad para moldear la sociedad y nuestras propias vidas. Lo estamos dejando bien claro en nuestro tercer Plan de Acción de Género, aprobado el 24 de noviembre, y que pide un mundo con igualdad de género. Mientras observamos a las organizaciones de la sociedad civil, incluidas las organizaciones de mujeres y LGBTIQ que están enfrentando una reducción del espacio cívico y democrático, hay que continuar intensificando la construcción de un mundo con igualdad de género.
La historia de Awa es similar a la de muchas niñas de todo el mundo que logran controlar sus vidas y hacer frente a las desigualdades y la discriminación de género. Tienen voz, impulsan el cambio y tienen a la Unión Europea a su lado para apoyarlas.
A través de nuestros programas de educación ayudamos a que más niñas aprendan y se consideren como futuras impulsoras del cambio. La educación es una de las formas más poderosas para poner fin al aislamiento y al abuso.
El nivel de violencia de género aumentó significativamente durante la pandemia y la UE se asoció con las Naciones Unidas para ofrecer refugios y líneas telefónicas de ayuda, para brindar apoyo vital a las organizaciones sociales de mujeres. Las medidas que toman en cuenta el género y la edad y aquellas desarrolladas para mitigar los riesgos de violencia de género son parte del ADN de nuestra respuesta global. Debemos ser conscientes de los desafíos que enfrentan las mujeres en un mercado laboral en contracción y una economía global cambiante. Los desafíos también brindan oportunidades, y el post –covid tiene que dar la oportunidad para abordar las desigualdades estructurales y construir sociedades más inclusivas.
El Plan de Acción de Género de la UE no es un ejercicio intelectual. Es un llamado a la acción, con medidas concretas: Queremos empoderar a más mujeres y niñas, en toda su diversidad, para que sean actores y líderes económicos, políticos o ambientales. Queremos promover la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y lograr que el liderazgo con perspectiva de género sea la norma liderando con el ejemplo.
El autor es alto representante de política exterior de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea