Las recientes elecciones y el futuro de Venezuela: Olmedo Beluche



Por invitación del Consejo Nacional Electoral de Venezuela tuve la oportunidad de asistir como uno de una veintena de observadores internacionales a las elecciones de gobernadores y legisladores estatales, realizadas el 16 de diciembre último. Ocasión que me ha permitido palpar de manera directa la situación de la hermana nación en estos momentos dramáticos que se viven bajo la incertidumbre que produce el estado de salud del presidente Hugo Chávez.

Además de conocer de primera mano el sistema electoral, que el Centro Carter catalogó de uno de los más eficientes del mundo, basado en el voto electrónico apoyado por un sistema de verificación, por el cual los partidos escrutan una muestra significativa de mesas para comprobar la veracidad del proceso (la muestra fue del 53.09% de las mesas).

Los resultados no admiten dudas, y así ha sido reconocido por la oposición venezolana y sus medios de comunicación privados; el pueblo venezolano ha refrendado democráticamente la política del partido del presidente Hugo Chávez, aportando seguridad y estabilidad al proceso bolivariano en momentos en que prevalece la incertidumbre por la salud del Presidente.

Siendo una elección de segundo nivel, realizada en medio de las fiestas navideñas, estos comicios registraron un alto índice de abstención (46%). Pero la abstención afectó más a la oposición que perdió el 40% de su base electoral. Esta desbandada del voto opositor no solo se debió al espíritu navideño, sino al efecto desmoralizador producido por la abrumadora derrota del 7 de octubre. El chavismo también vio reducidos sus votos (en 34%), pero la afluencia de los electores favorables al proceso bolivariano permitió el arrollador triunfo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que obtuvo 20 de las 23 gobernaciones en juego. Este triunfo del chavismo fue emblemático en Zulia, tradicionalmente opositor, y permitió “recuperar” para el oficialismo Nueva Esparta, Táchira y Carabobo. Del 54% de participación electoral, el PSUV obtuvo el 49.62% de los votos emitidos (El Nacional 18/12/2012). De las 260 curules legislativas en juego, el PSUV se quedó con 175, o el 67%. La oposición solo ganó tres estados: Amazonas (donde las fuerzas chavistas se dividieron); en Lara, donde fue reelecto Henry Falcón, de la Mesa de Unidad Democrática (MUD); y en el importante estado Miranda, en donde fue reelecto como gobernador el excandidato presidencial de la oposición Enrique Capriles, con 52.02% de los votos. Pero Falcón, en Lara, y Capriles, en Miranda, tampoco la tendrán fácil, pues perdieron sus asambleas legislativas, que fueron en su mayoría para el PSUV, gracias al voto cruzado.

De la cruda realidad para la oposición de derechas da cuenta El Nacional (18/12/2012) cuando señala que: “Los bonos de la República y de Pdvsa registraron una caída a consecuencia del resultado de las elecciones del domingo... luego que el mercado interpretó que no habrá cambio de gobierno hacia el sector oposición en caso de que se convoquen elecciones presidenciales si el presidente Hugo Chávez no puede asumir un nuevo mandato...”. Los pronósticos sobre la salud del presidente Hugo Chávez no son buenos, aunque millones, tanto dentro como fuera de Venezuela, hacen ruegos por su mejoría, como ha pedido Nicolás Maduro. En el mejor de los casos, lo previsible es que enfrente una larga convalecencia; el peor sería su desaparición física. Pero el resultado electoral del 16 de diciembre señala, con claridad, que el PSUV, encabezado por Maduro, seguirá gobernando con comodidad, al menos por un quinquenio más.

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