Cambios en el rumbo económico



El nuevo ministro brasileño de Hacienda, Henrique Meirelles , anunció ayer recortes en el gasto público, pero aseguró que mantendrá los programas sociales que hereda de los 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Dilma Rousseff.

“No hay duda, el presidente [interino, Michel Temer] dijo hoy [ayer] que los programas sociales se mantendrán”, expresó Meirelles en una rueda de prensa en Brasilia, en la que afirmó que la prioridad ahora “es controlar el gasto público”.

Meirelles , que fue presidente del Banco Central durante el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-10), asumió el ministerio más importante del Gobierno con el objetivo de sanear la economía de Brasil.

Temer, enemigo público de Rousseff, asumió el pasado jueves el gobierno del gigante sudamericano después de que el Senado apartó del cargo a la presidenta Rousseff para juzgarla por supuesto maquillaje en las cuentas públicas.

“El país espera acción y cambio en el rumbo de la economía”, dijo el ministro, que anunciará el próximo lunes el nombre del nuevo presidente del Banco Central.

Brasil se debate en una honda recesión que derrumbó su economía 3.8% en 2015, su peor resultado en 25 años, con una inflación anualizada cercana a los dos dígitos y un desempleo que de enero a marzo registró su peor resultado desde que se inició la serie en 2012. Meirelles señaló además que impulsará reformas a las leyes de pensiones y de trabajo.

“La reforma de trabajo es un asunto importante para aumentar la productividad de la economía y eso pasa por la cuestión laboral, vamos a entrar en el detalle y anunciar eso con toda seguridad”, añadió. No descartó la creación de nuevos impuestos, al ser consultado sobre un tributo a las transacciones financieras impulsado sin éxito por Rousseff en el Congreso. “El nivel tributario de Brasil es elevado (...) pero la prioridad hoy es el equilibrio fiscal, no hay duda que si es necesario un tributo será aplicado pero ciertamente de forma temporal”, precisó.

RELACIÓN CON EU

El mismo día que asumió sus funciones, el portal Wikileaks anunció que el nuevo presidente interino de Brasil se reunió al menos dos veces en 2006 con funcionarios de la embajada de Estados Unidos (EU) en Brasilia para comentar la situación política y las posibles alianzas electorales.

Temer, entonces diputado y presidente del partido de centro derecha PMDB, consideraba que la elección de Luiz Inacio Lula da Silva había creado una “enorme esperanza” en la población, pero a la vez pensaba que su desempeño en la Presidencia había sido decepcionante, por lo que evaluaba la posibilidad de que su organización política lanzase un candidato propio.

Las declaraciones de Temer se encuentran recogidas en un cable confidencial pero no clasificado del Departamento de Estado de Estados Unidos , fechado el 11 de enero de 2006. Al publicar esos informes, Wikileaks identificó a Temer en su cuenta de Twitter como un “informante de inteligencia” de Estados Unidos .

Según el documento, Temer criticaba a Lula por su “visión estrecha” y el “acento excesivo que colocaba sobre los programas sociales que no promueven el crecimiento o el desarrollo económico”.

NEVES, SIN INVESTIGACIÓN

En tanto, menos de 24 horas después de haberla autorizado, la Corte Suprema suspendió la apertura de una investigación por corrupción contra el senador opositor Aécio Neves .

El juez Gilmar Mendes declaró el pasado jueves a la prensa que la defensa de Neves había demostrado que no había “hechos novedosos” para pedir una investigación.

El máximo tribunal aceptó el pedido del fiscal general para investigar a Neves “por los eventuales delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero”, indicó en un comunicado en su página web.

Neves preside el Partido Social-Demócrata brasileño (PSDB), la principal formación que impulsó el proceso de destitución contra Dilma Rousseff por maquillar las cuentas públicas.

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