Cierre de la frontera entre Estados Unidos y México pende de un muro



Donald Trump, el rubicundo presidente de Estados Unidos, tiene atravesado un muro entre ceja y ceja.

El mandatario republicano sostiene que la construcción de un muro en la frontera con México es vital para garantizar la seguridad de su nación, sobre todo en momentos en que una oleada de migrantes centroamericanos bordea la línea limítrofe.

Aunque los demócratas señalan lo contrario, han ofrecido mil 300 millones de dólares en fondos para la seguridad general de las fronteras, pero con una clara oposición a la construcción del muro.

No obstante, Trump no ceja en su empeño. La semana pasada propició el cierre parcial del gobierno, como medida de presión para conseguir la aprobación de 5 mil millones de dólares para la construcción de la estructura.

“No puedo decirles cuándo reabrirá el gobierno. Puedo decir que no reabrirá hasta que tengamos un muro, una valla, como quieran llamarlo”.


Donald Trump
Presidente de Estados Unidos.

Hasta el momento, el cierre administrativo ha afectado más o menos a un cuarto del gobierno, ha dejado a 800 mil trabajadores federales con licencias temporarias o trabajando sin goce de sueldo, y ayer viernes se cumplieron siete días de esta medida

Como el Congreso está en receso hasta la próxima semana, no parece haber perspectivas de una rápida resolución del conflicto.

Amenaza

“Nos veremos obligados a cerrar la frontera sur por completo si los demócratas obstruccionistas no nos dan el dinero para terminar el muro y también cambian las ridículas leyes de inmigración a las que nuestro país está sometido”, tuiteó ayer un amenazante Trump.

“O construimos [terminamos] el muro o cerramos la frontera”, añadió.

Con una longitud de 3 mil 145 kilómetros cuadrados, la frontera entre Estados Unidos y México, que pasa por cuatro estados estadounidenses y seis mexicanos, ya cuenta con algunos tramos de muro construidos por anteriores administraciones, pero Trump quiere cubrir todo el territorio.

Versión a la mexicana

Sobre la amenaza de cierre de la frontera, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que se trata de un asunto interno de Washington y “cuidamos mucho la relación con el Gobierno de Estados Unidos”.

“Desde luego vamos siempre a defender nuestra soberanía. En el caso de los migrantes ya hemos dejado de manifiesto nuestro respeto al derecho de los seres humanos a buscarse la vida, a migrar”, agregó.

La relación entre el gobierno entrante de López Obrador y Estados Unidos se ha tensado desde que Trump llegó al poder y amenazó con construir un muro en la frontera pagado por los mexicanos.

(Con información de ‘El País’, Bloomberg, AFP, Reuters)

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