La playa de La Ermita, en el distrito de San Carlos, provincia de Panamá Oeste, es uno de los sitios naturales que aún ofrece un rincón sano y de seguro esparcimiento a la familia y al turista, gracias a que mantiene el libre acceso al público.
A solo 10 minutos de la vía Interamericana, se llega a ella por una calle de piedra, ya sea a pie o en automóvil.
La facilidad de ingresar, libre de restricción, a las playas del litoral pacífico es una posibilidad que cada día se pierde. De los 17 balnearios que integran ese cordón playero, que se extiende desde Chame, en Panamá Oeste, hasta Juan Hombrón, en Coclé, en su mayoría se cobra por poder entrar a darse un chapuzón en el mar.
Solo las playas de Farallón, en Río Hato, y un reducido espacio en Santa Clara, un callejón en Playa Corona, además de La Ermita, y otra franja en La Ensenada de San Carlos quedan como un vestigio del litoral que una vez fue de libre paso para quien quisiera bañarse.
Atractiva y segura
Álvaro Sánchez, miembro de la junta comunal y propulsor del mantenimiento que le brinda la comunidad y el sector pesquero de la Ermita a su playa, señala que es un rincón atractivo y la más visitada por lugareños, turistas locales y extranjeros en cualquier época del año.
Se trata de un kilómetro de blanca arena, a la que llegan espumosas olas de aguas cristalinas, bajo un sol radiante y refrescante brisa que la hacen perfecta para nadar, caminar o dar un paseo a caballo. La arboleda que la circunda brinda al visitante la oportunidad para dedicarse a la lectura o realizar una reunión familiar.
Con un amplio estacionamiento, esta playa logra atraer a unos 5 mil visitantes cada fin de año, cuando se busca dejar en el mar las cargas y dolencias del viejo año.
Aunque no está dentro del plan Aguas Seguras que desarrolla el Sistema Nacional de Protección Civil, sus autoridades luchan para que sea integrada en este operativo de vigilancia, dada la cifra de visitantes que llega.
Viandas marinas
JoséÁngel de la Cruz, cocinero de uno de los dos locales que operan en la playa, dijo que luchan por mejorar las instalaciones para brindar un mayor confort al visitante, al cual nunca le faltará un apetitoso pescado frito con patacones, camarones al ajillo, langostas, sopa de pescado y sancocho de gallina, entre otros platos típicos del área costera.
Las familias de playa La Ermita esperan que las autoridades les apoyen con pequeños préstamos de intereses blandos para reforzar la actividad turística.
