E l exdictador Manuel Antonio Noriega –que gobernó Panamá entre 1984 y 1989– rompió ayer el silencio tras 26 años de estar encarcelado por crímenes y narcotráfico.
“Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o la de mis superiores en el cumplimiento de órdenes o la de mis subalternos en el tiempo de la responsabilidad de mi gobierno civil y militar”, dijo Noriega en una declaración que leyó de forma lúcida durante una entrevista en Telemetro.
Noriega, quien paga su condena en la cárcel El Renacer, se colocóél mismo las gafas antes de la entrevista y se mostró en buen estado de salud, contrario a lo que alegan sus familiares que solicitan depósito domiciliario para el exdictador.
En la entrevista, de unos 10 minutos, el exdictador de Panamá se limitó a hablar en torno a una declaración que leyó. “Es una declaración no una entrevista”, aclaró Noriega, quien se negó a responder otras interrogantes.
A pesar de que pidió perdón, Noriega no habló de los crímenes y desapariciones durante la dictadura militar.
La Comisión de la Verdad estableció en 2002 que durante la dictadura dirigida por Omar Torrijos y Noriega hubo 70 asesinatos y 40 desapariciones.
Durante el régimen de Noriega se cometieron, entre otros crímenes, la decapitación del médico Hugo Spadafora en 1985. También, 11 militares fueron fusilados en 1989 en la recordada masacre de Albrook.
