A pesar de que la justicia de Nicaragua excarceló esta semana a 100 personas que la oposición cataloga como presos políticos, la Unión Europea (UE) exigió al presidente Daniel Ortega que libere a los que quedan tras las rejas para restablecer la confianza.
El país vive su peor crisis desde la revolución sandinista (1979-1990), tras varios meses de protestas antigubernamentales que han dejado más de 320 muertos y 566 apresados, al tiempo que su economía resiente un déficit presupuestario y la congelación de créditos de diversos organismos financieros.
En mayo pasado, poco después de que estallaron las protestas, un diálogo mediado por la Iglesia católica se estancó luego de que la oposición exigiera la renuncia de Ortega y el adelanto de las elecciones, pautadas para 2021.
“Esperamos que todos los presos detenidos ilegalmente sean liberados. El respeto de los derechos fundamentales, especialmente la libertad de expresión y reunión, es esencial para restablecer la confianza”, dijo el viernes la portavoz de la Unión Europea, Maja Kocijancic, respecto a las liberaciones el miércoles, a pocas horas de ser retomado el diálogo.
“Los últimos acontecimientos en Nicaragua son un primer paso positivo para superar la actual crisis política mediante una solución negociada”, agregó.

