El nuevo coronavirus obligó ayer a Corea del Sur a proclamar la alerta máxima, a Italia a establecer la cuarentena en varias ciudades, y varios países cerraron sus fronteras con Irán, principales focos del COVID-19.
Frente a la multiplicación de casos en Irán (43 en total) y de muertes (ocho), Turquía, Jordania, Pakistán y Afganistán cerraron sus fronteras o restringieron sus viajes con ese país.
El virus, que apareció en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan, se cobró 2,442 vidas y contaminó a unas 77,000 en China continental, y ya se ha propagado por 24 países en los que ha dejado 24 muertos.
El coronavirus constituye la “emergencia sanitaria más grave” en China desde la fundación del régimen comunista en 1949, declaró ayer el presidente Xi Jinping, que reconoció “deficiencias” en la respuesta.
Ante el rápido aumento de contagios, el presidente surcoreano Moon Jae-in decidió establecer “el más alto” nivel de alerta. La epidemia está “en un momento decisivo. Los próximos días serán cruciales”, dijo.
Exceptuando el foco de infección del crucero Diamond Princess en Japón, Corea del Sur es, con 602 contagios, incluidos unos 300 de la secta cristiana Shincheonji, y 6 muertos, el país con el mayor número de enfermos después de China.
Dieciocho miembros de la secta diagnosticados positivos volvían de un viaje de peregrinación a Israel, donde se declaró un primer caso y cerca de 200 estudiantes que estuvieron en contacto con turistas surcoreanos están en cuarentena.
En Italia, el primer país en Europa en establecer una cuarentena, unas 52,000 personas se despertaron ayer en zonas de confinamiento instauradas en Lombardía y Véneto.
El presidente de Véneto anunció la suspensión del Carnaval de Venecia, que debía terminar mañana, así como todos los eventos deportivos en la región. En total, hay 132 contagiados en Italia, lo que le convierte en el primer país de Europa con más casos, según Protección Civil. Dos septuagenarios murieron por la enfermedad en el país en los últimos días.
Italia, Francia, Suiza y Austria siguen con atención la evolución de la situación en la península, y se preparan para una “epidemia” de COVID-19. El nuevo ministro de Salud Olivier Veran estima “muy probable” la posibilidad de nuevos casos en Francia.
Como en Italia, Irán, con 8 muertos, el país con más víctimas mortales fuera de China, y 43 infectados, adoptó medidas drásticas para luchar contra la epidemia. Las autoridades anunciaron ayer que la capital, de 8 millones de habitantes, será puesta en cuarentena si aumentan los casos.

