En Panamá se recicla el 5% de las cerca de 3 mil 800 toneladas de basura que se generan cada día, cuando en otros países el porcentaje de reutilización de los desechos alcanza el 50%. Son cifras que representan unos 30 años de atraso en el adecuado manejo de los desechos.
Estos son los primeros datos que comparte la Cámara de Reciclaje de Panamá, presentada recientemente.
Compuesta por empresas que abordan el reciclaje, organizaciones sin fines de lucro, voluntarios y empresas privadas interesadas, la Cámara de Reciclaje de Panamá nace con un objetivo claro: fomentar el reciclaje en el país y disminuir la producción de los residuos.
Un grupo de aproximadamente 30 personas, que representan entidades cercanas a la actividad de la reutilización de los recursos y defensores del medio ambiente, se reunió a finales de 2016 con la idea de organizar el gremio, y el resultado fue la recién anunciada cámara.
Desde entonces, más representantes se han unido al grupo y cualquier persona que esté interesada en ayudar puede ponerse en contacto (302-0741), destaca Javier Miró, presidente de la organización.
PLANES Y PROCESO
En materia de reciclaje, hay de todo por avanzar en el país y se está trabajando en ello, resume Miró.
Es necesario, por ejemplo, empezar por realizar grandes cambios en la recolección de la basura y en la forma de pensar de los panameños al momento de disponer la basura.
“Necesitamos mucha educación continua en este tema y un fuerte compromiso por parte de la empresa privada, recicladores, gobierno, escuelas, organizaciones no gubernamentales y de la población en general para cambiar el comportamiento actual”, dice Miró.
La Cámara de Reciclaje de Panamá debe servir de canal entre todos los sectores en pro de reducir, reutilizar y reciclar lo posible y disminuyendo los residuos, señala Miró.
Se trabaja en la concepción de modelos financieramente sostenibles para ponerlos en práctica desde 2018, en aras de empezar a avanzar en el logro de los objetivos, explica.
OPORTUNIDAD
Si existieran estadísticas sobre el mal manejo de los desperdicios, se podrían evaluar las pérdidas por las oportunidades que se dejan pasar en el país al no contar con un sistema de reciclaje, plantea Miró.
Con los productos recuperables, explica Miró, se puede reciclar, hacer compostaje, producir energía o biodiésel, entre otras posibilidades.
Son alternativas con costos asociados, pero también una oportunidad de mejorar lo que tenemos, asegura.
Actualmente, según el registro de la Cámara de Reciclaje de Panamá, en el país hay empresas y organismos sin fines de lucro que se desempeñan en la reutilización de todo tipo de plásticos, papeles, cartón, hierro, aluminio, baterías, acero inoxidable, de aceite vegetal para hacer biodiésel en el exterior, del manejo sostenible de desechos sólidos o del reciclaje de llantas dañadas o que ya cumplieron su tiempo de vida útil en las carreteras; mientras que otras promueven la protección de ecosistemas terrestres, marinos y costeros.
El daño de la basura no reusada
La falta de prácticas de reciclaje redunda también en mayor cantidad de desperdicios en las calles y ríos, que terminan en las costas y mares, como lo indicó un estudio de 2016 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), que estimó que para 2050 habrá más plástico que peces en el océano.
Durante la presentación del informe en Panamá, la Alcaldía capitalina y el Ministerio de Ambiente añadieron que solo en la ciudad capital el 30% de los desperdicios (unas 700 toneladas) llegan al mar.
En total, en todo el mundo, unos 8 millones de toneladas de basura, con el plástico en primer lugar, terminan anualmente en el mar. Otra investigación de 2017 de la Unesco estimó que en cada milla cuadrada del océano hay unos 45 mil objetos contaminantes, mientras que un estudio de la Universidad de Newcastle halló que el impacto de los desechos en el mar ha llegado a las zonas más profundas y recónditas.

