El año pasado unas 4 mil 212 viviendas se sumaron a un inventario que viene creciendo desde 2015 y que hasta la fecha acumula 5 mil 401 unidades, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Promotores de Viviendas (Convivienda).
Se trata de casas y apartamentos nuevos que la industria inmobiliaria no ha podido vender y que obstaculizan la construcción de nuevos proyectos en el país.
“Mientras nosotros no podamos salir del inventario, poco vamos a invertir en nuevas construcciones. Y si no se invierte en nuevas construcciones, no se generarán los empleos que se requieren”, manifestó Elisa Suárez, directora ejecutiva de Convivienda durante su participación en el encuentro virtual “Café con La Prensa”.

La vocera del gremio alertó de que si no se logra mover ese inventario, “la industria podría tardar hasta cinco años en tener una recuperación efectiva y eficiente”.
El sector de la construcción y afines es uno de los que más peso tiene en la economía y más empleo genera, pero también se encuentra entre los que más ha sufrido por la Covid-19.
Según Suárez, en los seis primeros meses del año las ventas han registrado una caída entre 87% y 90%.


