Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió ayer al mundo que se preparé para “una potencial pandemia” a causa del coronavirus (CoVid- 19), en el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de Aguadulce se reunió la Comisión de Emergencias de Salud (Codes) para brindar un informe sobre las medidas y estrategias ejecutadas hasta el momento en el país con relación a este asunto.
La reunión fue presidida por el viceministro de Salud, Luis Francisco Sucre, quien reiteró que Panamá no tiene casos de coronavirus, pero mantiene activo el sistema de vigilancia epidemiológica y un trabajo interinstitucional para abordar el tema.
Y mientras esto ocurría, entre música, agua y mucha seguridad transcurrió el lunes de Carnaval en la cinta costera –ruta capitalina de las fiestas–, así como en otras regiones del interior del país.

En la cinta costera, la seguridad, a cargo de la Policía Nacional, comienza en las diferentes puertas que dan acceso a la ruta.
Una fila destinada para los hombres y otras para las mujeres. Los brazos en alto y comienza la revisión. Los agentes tienen órdenes de decomisar todo aquel objeto que represente un peligro dentro del perímetro de las fiestas, incluyendo lápices y bolígrafos.
Los alimentos también están bajo el constante escrutinio de las autoridades. De hecho, personal del Ministerio de Salud efectúa inspecciones en todos los puestos de venta y productos, sobre todo los cárnicos. El propósito esencial es verificar que estos alimentos cumplan con la cadena de frío. Los vendedores están obligados a portar los respectivos carné, que garantizan que el manipulador de los alimentos es idóneo par a hacerlo.
En los primeros tres días del Carnaval 2020, funcionarios del Minsa han decomisado mercancías en mal estado e impuesto sanciones a quienes han arriesgado la salud de las personas.

Otros que se encuentran a diario en la ruta del Carnaval son los bomberos, llamados a evitar que ocurran incidentes que ponga en riesgo a las personas.
Los bomberos revisan tomas eléctricas e instalaciones de estufas.
Mientras, autoridades del Sistema Nacional de Protección Civil informaron que durante los tres primeros días de las fiestas fueron atendidas 89 personas por incidentes leves en playas, al tiempo que que en los “culecos”, a los que asistieron unas 120 mil personas, hubo heridos con laceraciones, golpes de calor, intoxicados y ebrios.
