En junio de 1986, los periódicos controlados por el régimen militar publicaron la captura de un barco repleto de armas que intentaba atravesar el Canal de Panamá. Se trataba de la nave Pía Vesta, de origen danés, que huía de la persecución de la Armada y la Fuerza Aérea peruanas. Se descubrió en su interior mil 500 fusiles Kalashnikov (AK–47), mil 440 lanzacohetes RPG–18 y 32 camiones militares IFA. El Gobierno peruano de Alan García temía que las armas fueran para las guerrillas de Sendero Luminoso o el Movimiento Túpac Amaru. En Panamá, la nave quedó retenida. El Gobierno dijo que el cargamento formaba parte de una conjura de Estados Unidos para enredarlo en un lío contra la Nicaragua sandinista. Al parecer, todo se trató de un negocio de traficantes de armas al mejor postor. Las armas pasaron a las Fuerzas de Defensa. Tras la invasión de 1989, se perdió el rastro de la nave. Cambió de nombre y fue vendida.
El fantasma del Pía Vesta
10 ene 2015 - 05:15 AM
