A Harry Díaz, magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, le quedan solo 10 días en el Órgano Judicial.
El próximo 31 de diciembre culmina su periodo como magistrado de ese tribunal.
Fiel a su estilo de no guardarse casi nada, Díaz volvió a poner el dedo en la llaga con una frase que consignó en el informe de gestión que dio a conocer el viernes 20 de diciembre. “Esta institución sufre, como muchas otras, de figuras moralmente cuestionadas que lamentablemente se encuentran empoderadas de múltiples puestos claves, y que deterioran aún más la imagen de la misma”, aseguró en el documento.
En el informe recuerda que tomó posesión del cargo el 16 de junio de 2011, en el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014). En ese momento, según el documento, recibió 230 casos de la Sala Penal de su antecesor, además de otros 52 procesos correspondientes al pleno de la Corte, lo que elevó la cifra a 282.
Más adelante, hace un recuento de los casos que atendió en los siguientes años y, por último, narra que hasta el 30 de noviembre de 2019 había resuelto 5 mil 847 expedientes: mil 357 de la Sala Penal; 3 mil 349 de la Sala Cuarta de Negocios Generales, y mil 141 del pleno.
Díaz reemplazó a José Abel Almengor, quien renunció como magistrado de la Corte en medio de un escándalo en el que se le acusó de conspirar para sacar del cargo a la entonces procuradora general de la Nación, Ana Matilde Gómez, quien fue condenada en 2010 por por la Corte -en una votación de 5 a 4- por abuso de autoridad. Almengor estuvo en el cargo entre enero de 2010 y abril de 2011, por lo que Díaz completa lo que queda del período de su nombramiento de 10 años.
Díaz aseguró que, al 30 de noviembre, tenía 195 expedientes pendientes por resolver, de los que 153 se encontraban fuera de su despacho: en lectura en los despachos de otros magistrados, en la secretaría de la Sala Penal o en trámites secretariales.
En su informe, Díaz también hizo hincapié en la Ley de Carrera Judicial. “Estoy convencido de que cuando se logre la efectiva implementación de la Carrera Judicial se irá guiando a ese órgano del Estado a contratar a solo personal idóneo para beneficio de la administración de justicia”, manifestó.
En sus ocho años como magistrado, Díaz dio titulares por polémicas declaraciones. En una oportunidad dijo que sus colegas vendían fallos y archivaban expedientes.
Entre sus casos más sonados figura el haber sido el magistrado fiscal en la causa que inicialmente siguió la Corte a Martinelli, por los pinchazos.

