La Sección de Homicidio y Feminicidio de la Fiscalía Regional de Colón y Guna Yala concluyó ayer la presentación de la teoría del caso en el juicio oral por los asesinatos de siete jóvenes en un búnker en Colón.
El Ministerio Público, representado por los fiscales Reynaldo Ceballos Góndola y Cristobalina Chambers, evacuó 28 pruebas, entre estas, testimonios de peritos, elementos materiales y documentos.
Previamente, durante el anticipo de pruebas, había presentado 10 testimonios. Se trata de las declaraciones de algunos de los sobrevivientes de los hechos, ocurridos el 17 de julio de 2020 en el sector Espinar de la costa atlántica.
Los asesinos
También consta la declaración de Jean Carlos Hernández, alias Niño, uno de los detenidos por este caso, quien en su testimonio describió cómo acabaron con la vida de los siete jóvenes, de entre 16 y 20 años de edad.
Niño fue quien delató a su secuaz, Reynaldo Cuadra, alias Reycito, a quien acusó de ser el principal autor del crimen.
La fiscalía también presentó los testimonios de personas que observaron movimientos aquel trágico día.
Hernández y Cuadra se encuentran bajo detención provisional y se les acusa por la presunta comisión de los delitos de homicidio doloso agravado, feminicidio, delitos contra la libertad individual y robo agravado. El juicio oral del caso comenzó el pasado 25 de noviembre.
Así fue
El hecho ocurrió el viernes 17 de julio de 2020, día en que un grupo de 13 jóvenes se dirigió a un balneario cercano al Lago Gatún.
Al día siguiente, en la mañana, fueron encontrados los cuerpos de Leydis Mabel Mariota, de 15 años; Yeleny Yesibel Mariota, de 16 años; Azucena Martínez, de 20 años; y Yulissa Montenegro, de 25 años; así como los de Santiago Carvajal, de 17 años; Vladimir Garay, de 18 años; y Edgar Jiménez, de 22 años.
Cinco se encontraban dentro de un búnker que era utilizado por militares estadounidenses acantonados en la antigua zona del Canal de Panamá. Dos cuerpos más estaban afuera.
Los siete asesinados provenían de las comunidades de Valle Verde, Villa del Caribe y Puerto Escondido, en Colón. El caso conmocionó a todo el país.
Durante todo el proceso, los familiares de las víctimas han clamado por justicia y exigen la pena máxima para los acusados. Se oponen a cualquier acuerdo de pena.
“Nuestros hijos fueron asesinados y merecen que se haga justicia. Tenían un futuro por delante, les truncaron sus sueños y no les importó quitarles la vida”, dijeron algunos.


