A un día de que se cumplan tres meses de confirmarse el primer caso de Covid-19 en Panamá, las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) no han logrado estabilizar la transmisión del virus SARS- CoV-2.
Esta realidad obligó a las autoridades a restablecer desde hoy las medidas de restricción de salida por género y número de cédula en las provincias de Panamá y Panamá Oeste, donde están los corregimientos con la mayor cantidad de casos.
Detrás de la decisión hay varios factores, entre ellos, el aumento de indicadores epidemiológicos. Por ejemplo, de la semana que va del 31 mayo al 6 de junio se reportaron 2,986 casos, es decir, 545 más que los 2,441 reportados del 24 al 30 de mayo. Además, las muertes sumaron 56, es decir, 25 más que las 31 reportadas la semana anterior; mientras que el promedio de contagios diarios se duplicó en las últimas dos semanas.
El informe oficial indica que en los últimos tres días de la pasada semana epidemiológica –28, 29 y 30 de mayo– se reportaron 403, 400 y 487 casos, respectivamente. Esto ocurrió justo antes de que se levantara la cuarentena y reactivara el bloque 2 de actividades económicas, el 1 de junio.
Jorge Motta, exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y exsecretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, explicó en una entrevista con La Prensa algunas de las las razones de la situación que vive el país en medio de la pandemia.
¿Cree que es una decisión oportuna retomar la restricción de movilidad en Panamá y Panamá Oeste?
La decisión es una reacción al aumento exponencial de casos que hemos visto recientemente en el país. Mi preocupación sobre el incremento de casos, y sobre esta decisión de restricción de movilidad, es que el aumento de casos empezó a ocurrir aproximadamente el 23 de mayo, durante la cuarentena previa, lo que sugiere que medidas importantes como pruebas diagnósticas, detección de asintomáticos, identificación de infectados y sus contactos, especialmente en las áreas más afectadas, no alcanzaron el nivel requerido.
¿Considera qué la población incumple con las medidas de distanciamiento físico, uso de mascarilla, entre otras?
Existen responsabilidades individuales de mantener la salud y no afectar a terceros, y responsabilidades del Estado de protegernos. Ambos han fallado en cumplir estas responsabilidades. Los panameños estamos en el medio de una tormenta, navegando en diferentes tipos de botes, algunos más débiles que otros. Digo esto, porque la Covid-19 infecta con mayor facilidad a personas que sufren de pobreza y hacinamiento, donde el distanciamiento requerido es difícil de cumplir. Dicho eso, el no guardar el distanciamiento físico o no usar mascarillas explica solo parte del problema que vivimos.
En el punto en el que se encuentra el país ¿qué es lo más recomendable realizar para mermar los casos?
Para poder doblar la curva hay que hacer lo que se sabe y nos han enseñado las experiencias mundiales: aplicar más pruebas diagnósticas y llevar a mucho menos de 10% las pruebas positivas; identificar los infectados sin síntomas, los cuales pueden ser más del 30% de los positivos; diagnosticar a los infectados y darle seguimiento agresivo a sus contactos, especialmente en las áreas de conglomerados o clusters donde se concentran las infecciones y ver como podemos aislar a aquellos positivos que no pueden guardar el distanciamiento requerido debido a su situación socioeconómica.
¿ Cómo se establece que los casos reportados ahora son de contagios durante la cuarentena previa?
Si observamos la curva de casos, esta empieza a aumentar el 23 de mayo. Si nos desplazamos 5 o 7 días para atrás, que es el periodo en el que esos casos del 23 de mayo probablemente fueron infectados, en ese momento estábamos en cuarentena. Los casos que hemos visto recientemente no se deben solo a que no tenemos una cuarentena, sino a otras razones ya mencionadas.
¿En qué considera que el país está fallando?
No podemos crear un cuerpo de bomberos cuando la casa se esta quemando. Deberíamos de haber contado con esos bomberos cuando empezó todo esto. Esta catástrofe ha vuelto a develar nuestras debilidades sanitarias y socioeconómicas. Es por eso que la lección que no podemos olvidar es que tenemos que fortalecer nuestro sistema de salud y, más específicamente, nuestro sistema de salud pública, invirtiendo en capital humano, laboratorios e investigación.
¿Existía el escenario ideal para levantar la cuarentena el pasado 1 de junio ?
El escenario del 1 de junio contenía otras variables que impulsaban la apertura, como regresar a nuestros trabajos y nuestras vidas cotidianas gradualmente. La cuarentena, al principio de la pandemia, controló el crecimiento exponencial de la infección, pero después de casi dos meses no logró doblar la curva hacia abajo. Es evidente que los otros elementos, como pruebas diagnósticas, identificación de infectados, trazabilidad e intervención en áreas muy afectadas por el virus, no fueron lo suficientemente robustas para lograr la mitigación deseada.
¿Qué opinión tiene del manejo del tema en redes sociales?
La comunicación entre los ciudadanos sobre la pandemia por medio de las redes sociales ilustra como el coronavirus ha afectado nuestro frágil sistema de información y colmado a las redes con un revoltijo de rumores y falsedades, amplificado por profesionales con agendas políticas. Además, es reprochable la adulteración reciente de una comunicación mía en WhatsApp sobre este tema.
