La “ley seca” impuesta en medio del confinamiento para contener la propagación del Covid-19 podría estar estimulando la venta de licor de manera clandestina, a través del llamado mercado negro.
Solo el pasado fin de semana, las autoridades de seguridad reportaron, al menos, seis decomisos de licor en distintas provincias.
El clamor de los cerveceros
En una carta dirigida al presidente Laurentino Cortizo, la Asociación de Cerveceros Artesanales de Panamá solicitó reconsiderar la ‘ley seca’. Argumenta, por ejemplo, que se ha demostrado que la prohibición es un estimulante inevitable para el peligroso mercado negro.
El más importante fue en Río Sereno, Chiriquí, en la frontera con Costa Rica. El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), en conjunto con la Fuerza Pública de Costa Rica, decomisó 600 cajas de distintos licores, valorados en $75 mil.
La captura se concretó luego de que el Senafront recibió una alerta sobre el conductor de un camión que había cruzado la frontera mientras era perseguido por las autoridades del vecino país. Ya en Panamá, el chofer abandonó el vehículo en la unión fronteriza con las llaves puestas.
Por otro lado, la Policía Nacional detuvo ayer a tres personas que transportaban varias cajas de cerveza en un vehículo. El hecho ocurrió en el corregimiento de Pedregal, en la capital. De acuerdo con la Policía, los sospechosos intentaron pasar un puesto de control con un salvoconducto falso.
Hechos similares se han registrado en Panamá Oeste, Herrera, Los Santos y Coclé. Los casos se incrementan el fin de semana.
El Decreto Ejecutivo 507 del 24 de marzo prohíbe vender y consumir bebidas alcohólicas en todo el país.
Panamá es el único país de América Latina con una medida de este tipo en medio de la pandemia.