El expresidente Ricardo Martinelli presentó la semana pasada ante la Procuraduría General de la Nación un tercer certificado de incapacidad médica que impediría que sea citado o que concurra a las citaciones que le haga el Ministerio Público por los casos que tiene pendientes hasta ahora: Odebrecht y New Business. Para hoy está prevista una audiencia de control solicitada por sus abogados, en el caso de la Caja de Ahorros.
Martinelli ha presentado dos certificaciones médicas de incapacidad, expedidas por el médico cardiólogo Gabriel Frago. La primera la presentó el 2 de julio pasado, cuando iba a ser interrogado por el caso de la compra de Editora Panamá América (Epasa), conocido como New Business, y luego cuando debía responder por el caso Odebrecht, el 3 de julio.
La incapacidad luego fue extendida hasta el 10 de julio pasado.
Y para hoy, sus abogados pidieron la audiencia de “afectación de derechos”, en el caso de la Caja de Ahorros, a la que no necesariamente Martinelli deba concurrir.
La actual certificación de incapacidad médica de Martinelli, cuyo diagnóstico se desconoce, fue extendida por el político y médico psiquiatra Algis Torres –de la Clínica Hospital Cristo Rey–, quien se la otorgó por espacio de sesenta días, es decir, del 9 de julio de 2020 al 6 de septiembre de 2020.
Médico con historia
El 7 de julio de 2009, La Estrella de Panamá publicó un perfil de Algis Torres, quien era candidato para ser director de la región médica de Salud de San Miguelito. El diario describió entonces que Torres había trabajado en la cárcel La Modelo durante la dictadura de Manuel Antonio Noriega, ocupando el cargo de médico de la Guardia Penitenciaria.
De acuerdo con el relato periodístico, Torres, desde su cargo, también expidió certificados de salud en esa época. Lo hizo en los días posteriores al llamado “viernes negro” –10 de julio de 1987– jornada que, precisamente, cumplió 33 años la semana pasada.
Esa fecha es recordada por decenas de miles de panameños que fueron vejados, golpeados y/o detenidos, o que fueron testigos de cómo unidades antimotines de las Fuerzas de Defensa perpetraron uno de los peores actos de represión que se recuerden de la dictadura militar.
Muchos de los detenidos de ese día –recordaba La Estrella– fueron salvajemente reprimidos por antimotines conocidos como “dobermans” de las Fuerzas de Defensa. Dentro del penal, algunos fueron torturados física y psicológicamente, incluso, otros violados.
La nota periodística indicó que “los informes médicos que llevaban la firma de Torres señalaban que ninguno de los detenidos presentaba ‘traumas físicos o psíquicos’. Según el parte médico, la mayoría de los arrestados ese día ‘presentaba síntomas de enfermedades como: úlceras gástricas, glaucoma, gonorrea, conjuntivitis, hipertensión arterial, asma, infecciones de las vías urinarias, lumbalgia y reacciones alérgicas’”.
“El puesto de director regional [de Salud] es el tercero en jerarquía en el Minsa [Ministerio de Salud]. En ese lugar debería estar una persona sin antecedentes, que inspire el respeto”, comentó en aquel entonces el también médico y político Jorge Gamboa Arosemena.
Pero, pese a su perfil controvertido, el entonces presidente, Ricardo Martinelli, no tuvo reparos en nombrar a Torres director de la Región de Salud del distrito de San Miguelito, quien permaneció en el cargo hasta el fin de su periodo (2014).
Torres, posteriormente, probó suerte con un puesto de elección popular. Se lanzó –sin éxito– a candidato a diputado por el circuito 8-9, por el partido Alianza, fundado por el exdiputado José Muñoz, un antiguo miembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Solidaridad, Panameñista. También de Cambio Democrático (CD), cuando Martinelli militaba para ese partido.
Finalmente, Muñoz fundó el partido Alianza, que se alió a CD en la campaña electoral de 2019, y que también acogió a Torres como candidato a diputado.
