La rebaja de la calificación de riesgo soberano de BBB a BBB- por parte de Fitch Ratings dejó la calificación de la deuda soberana a un paso de perder el grado de inversión.
Además, la calificación tiene perspectiva negativa, lo que quiere decir que hay presión para una eventual rebaja.
Panamá llegó a la categoría de grado de inversión en 2010 y esto le permitió acceder a los mercados con condiciones favorables, situación que hasta el momento se mantiene.
Varios expertos comentaron que ante una eventual pérdida del grado de inversión, tanto al Gobierno como a entidades privadas que operan en el país les costaría más captar fondos.
“El apetito de los inversionistas depende también del riesgo del país”, dijo Aimeé Sentmat de Grimaldo, presidenta de la Asociación Bancaria de Panamá.
El grado de inversión es una suerte de sello de calidad sobre la solvencia de un país.
El economista Ernesto Bazán y el financista Álvaro Naranjo coincidieron en que estar en esta categoría es una de las ventajas competitivas de Panamá y caer a grado especulativo mermaría el atractivo del país para la inversión extrajera.
Naranjo recordó que hay capitales que, por mandato, solamente se pueden invertir en países con grado de inversión.

