No solo el sobrecosto, a proveedores de insumos médicos también les preocupa la venta a entidades públicas de mascarillas que pudieran no contar con los estándares de seguridad para ese tipo de productos, sensitivos durante la crisis sanitaria.
El Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) compró dos mil mascarillas en $12 mil, a razón de $6 la unidad, a una empresa que se dedica a la chapistería de autos y poda de árboles, principalmente. La compra directa se realizó en marzo pasado.
El director de Fast Medic, José González, advirtió que las compras de estas mascarillas no certificadas ponen en riesgo la vida del personal de salud y de los funcionarios, debido a que los insumos podrían carecer de la protección necesaria para evitar el contagio del virus.
España y Holanda son algunos países que devolvieron mascarillas procedentes de China por estar defectuosas y no cumplir con los estándares de seguridad sanitaria.
Mascarillas no certificadas arriesgan vida de funcionarios
La compra de mascarillas a empresas no certificadas pone en riesgo la vida del personal de salud y de los funcionarios, advirtió José González, directivo de Fast Medic, luego de que una investigación de La Prensa revelara que se están adquiriendo estos insumos a elevados precios, a través de empresas que se dedican, por ejemplo, a la chapistería de vehículos.

“Es posible que se den distorsiones en los precios en tiempos de pandemia, pero no se puede arriesgar al personal con mascarillas que no cumplen con los estándares de seguridad”, advirtió González.
De acuerdo con el empresario, la compañías que venden insumos médicos deben contar con una licencia para la venta y distribución de éstos, así como con un certificado de oferente del Estado, a fin de garantizar que cumplen con los requisitos mínimos exigidos para ser proveedoras.
Consideró que el Ministerio de Salud debe estar pendiente de que estos insumos sean de “calidad y que cumplen con las necesidades para las que se están comprando”. Dijo que hay muchas empresas “de oportunidad” que, ahora ante la crisis, se metieron en el negocio de insumos médicos, pero están comprando mascarillas a empresas extranjeras que no cumplen con los estándares de salud.
González advirtió que las mascarillas que se usan para la chapistería de autos o poda de árboles no pueden ser utilizadas para la atención de pacientes en los centros hospitalarios, menos aún con el nuevo coronavirus, debido a que no tienen la misma capacidad para frenar “los fluidos, virus, esporas; toda aquellas cosas que se encuentran en los quirófanos y en salas especiales”.
La Prensa reveló que, de manera “urgente”, el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) pagó 12 mil dólares por 2 mil mascarillas modelo KN95, es decir, desembolsó $6 por cada una. En sitios web se encuentran mascarillas de este mismo modelo a menos de $2.00 la unidad.
La empresa favorecida por el IMA ofrece servicios de chapistería y reparación de carros, así como la poda de árboles a entidades públicas, de acuerdo con datos obtenidos en la Contraloría General de la República.
La empresa se defiende
En relación con las mascarillas N-95 que vendió a 8 dólares cada una al Hospital Santo Tomás, la empresa Medical Innovations & Advances Corp. indicó a través de una nota que en esa venta tiene un “margen de utilidad que oscila entre 30% y 35%”.
La nota destaca que fueron los “únicos” que respondieron al correo enviado por el Hospital Santo Tomás el pasado 15 de abril, a pesar de que cotizaron con otras 10 empresas. “Los precios ofrecidos por nuestra empresa están directamente relacionados con nuestro precio de compra”.
Las mismas mascarillas que vendió Medical Innovations & Advances Corp. a 8 dólares fueron adquiridas este lunes por la policlínica Dr. Manuel Ferrer Valdés de la Caja de Seguro Social, situada en Calidonia, a $1.59 la unidad. La venta es de la empresa Medical Depot, S.A. Es decir, no solo las adquirieron más baratas en tiempo de pandemia, sino que lograron un precio menor al de referencia d el acto público ($1.64).
Sobre esta compra, Medical Innovations & Advances Corp. justificó que “solamente participa una empresa, que coincidencialmente no participó en ninguno de los actos anteriores” por montos más elevados.
“Lo anterior, nos lleva a concluir a que esta empresa solamente mantenía en sus inventarios 200 unidades”, especuló.
Medical Innovations & Advances Corp. aceptó que estarían aumentando los costos de las mascarillas en tiempo de crisis, ya que “bajo circunstancias normales, los costos y consecuentemente los precios de venta de estas mascarillas han sido mucho más bajos. La realidad que estamos confrontando en estos momentos es otra”.
De los altos costos de las mascarillas responsabilizó directamente a su proveedor. Detalló que el 27 de marzo pasado se le envió una proforma de los precios unitarios de las mascarillas, que incrementó a $5.45 la unidad, sin incluir flete y gastos aduanales, pero que la misma mascarilla, tres semanas antes, costaban $3.29.

