El 4 de marzo, al despertarnos, nos informaron que el crucero Grand Princess no haría la parada programada en Ensenada, y que iríamos directamente a San Francisco, en relación a un grupo de pasajeros de un crucero anterior, en el mismo barco, que salieron positivos por infección con Covid-19. Durante todo ese día, se aumentó el trabajo de desinfección de las áreas comunes y se tomaron medidas generales para evitar posibles contagios, pero todo siguió más o menos normal.
Al día siguiente, jueves 5, se nos informó que, de acuerdo con lo indicado por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, se tomarían una serie de muestras a pasajeros y tripulantes y que había una orden de quedarse en las habitaciones hasta nuevo aviso. Así, a las 2:30 de la tarde, todos nos retiramos a nuestros camerinos.
El pasado viernes seguimos en los cuartos y se nos informó que de las 42 pruebas realizadas, 21 fueron positivas: 19 tripulantes y 2 pasajeros. El barco ha permanecido fuera de la costa de California y, según explicaron, será llevado a un puerto “no comercial” para entonces hacernos exámenes a todos los pasajeros y decidir los siguientes pasos.
La situación en el crucero es muy tranquila. Todos están en sus cuartos y recibimos informes detallados por parte del capitán cada dos o tres horas. La comida (muy buena por cierto) se entrega directamente al cuarto, según el menú que uno solicita por la mañana. El café, refrescos, agua, galletas y frutas, está disponible las 24 horas llamando a un call center.
Han garantizado internet satelital de banda ancha gratuita para mantener comunicación directa con nuestras familias. Se aumentó el número de películas y opciones de entretenimiento en las televisiones de los camerinos, incluyendo planes de ejercicio y meditación. Incluso, el viernes pasado se informó que había un video relacionado con la celebración del Shabat para los interesados.
"Han garantizado internet satelital de banda ancha gratuita para mantener comunicación directa con nuestras familias" @drpichel . Relato desde un crucero varado por coronavirus https://t.co/pPHtUCiWJf pic.twitter.com/sRlIW8oEXZ
— La Prensa Panamá (@prensacom) March 8, 2020
Curioso cómo han tomado todo en cuenta. Se han pedido los datos de medicamentos que toman regularmente todos los pasajeros, para conseguirlos y que nadie vaya a tener una complicación derivada de suspender sus tratamientos.
Personalmente, nosotros no hemos tenido síntomas ni nada que haga pensar que estemos afectados por el virus. Sin embargo, como bien dicen las normas, lo que toca es seguir al pie de la letra las indicaciones de las autoridades sanitarias. Y, siendo médicos, es lo mínimo que nos corresponde.
El capitán nos informó que ya saben a donde nos llevan. Este domingo en la tarde llegamos a Oakland. De allí, van a desembarcarnos poco a poco en un proceso que pudiera tomar varios días.
Le van a dar la prioridad a quienes requieran atención médica urgente para llevarlos a hospitales en California.

