El denominador común que tienen Igor González (18), Harold Bravo (17), Heilly Gálvez (17) y Frank Ábrego (17) es que son panameños, jóvenes, y hablan en el mismo lenguaje: el científico.
Su pasión por la química los llevó, luego de ganar medallas de oro y plata en la Olimpiada Nacional de Química de 2012, a El Salvador, del 26 al 31 de julio pasado, para poner a prueba sus conocimientos en la Olimpiada Centroamericana de Química. Participaron 14 jóvenes provenientes de Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Panamá.
Las largas horas de preparación dieron frutos, ya que González ganó una medalla de plata, mientras que Bravo y Gálvez lograron una de bronce cada uno.
Ellos estuvieron presentes el 6 de agosto en una celebración por el día del químico en Panamá, que el Centro de Investigaciones para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias Naturales (Cimecne) de la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología de la Universidad de Panamá (UP) realizó por la ocasión.
Estos cuatro muchachos recibieron una preparación por parte del Cimecne. A la fecha, González continúa entrenando para representar al país, ahora en la Olimpiada Iberoamericana de Química, a celebrarse en Bolivia en octubre.
El doctor en química Abdiel Aponte, director del Cimecne, relata que el entrenamiento empezó en febrero pasado.
Se les instruyó en aspectos teóricos (química, física, orgánica, analítica e inorgánica) y en aspectos experimentales en cada una de estas ramas de la química. Se trabajó durante días de semana y sábados ocasionalmente.
Como destrezas de los estudiantes, el profesor Aponte destaca su afición por el trabajo experimental, la creatividad y disciplina en el estudio, “pues se sometieron a un régimen comparable con cursos de segundo año de nivel universitario. La capacidad de análisis es fundamental en la resolución de problemas en química”.
Como los retos que enfrentaron en el entrenamiento, Aponte recalca las “horas exhaustivas de trabajo de pie en el laboratorio y resolver problemas de todo tipo en cualquier momento”, así como competir con estudiantes que ya tenían experiencia previa en estos eventos.
ENSAYO Y ERROR
Los estudiantes cuentan que para el entrenamiento recibieron un permiso en sus colegios para tomar clases en la Universidad de Panamá desde las 9:00 a.m. hasta las 5:00 p.m.
Para González, se trató de una experiencia “muy bonita, pero muy difícil porque competíamos contra gente que venía de una olimpiada internacional de química que se hizo en Moscú”, mucho más grande que esta. “Pero aún así estábamos bastante confiados en la preparación que los profesores nos habían dado en la universidad”, dijo González, quien está decidiendo estudiar ingeniera química o medicina.
El 28 y 29 de julio fueron los días en que se hicieron los ejercicios. Bravo relata que cada día contaron con cinco horas para realizarlos. “El primer día hicimos la prueba experimental. Se trataba de dos experimentos: uno de química orgánica y otro de química analítica. Tenías esas cinco horas para efectuar los dos experimentos y entregar el folleto al final. Al día siguiente tuvimos cuatro pruebas teóricas: de química orgánica, química inorgánica, química física y química analítica”, cuenta el joven que planea estudiar medicina.
Para Gálvez, lo más gratificante de la experiencia fue “ir, volver y darme cuenta de lo mucho que aprendí, de lo mucho que mejoré. Hace dos años yo odiaba esta materia y jamás pensé que iba a quedar asistiendo a competencias internacionales, y sé que esto me abre muchas puertas par a mi carrera”. De momento aspira a estudiar ingeniería química.
Para Aponte, el hecho de que Panamá haya obtenido tres medallas significa “que tenemos jóvenes disciplinados para apartarse de otras actividades poco productivas académicamente y poner sobre sus hombros desde temprano la responsabilidad de representar a un país”.
El 6 de agosto, la Universidad de Panamá celebró el día del químico panameño.
El lunes 5 y martes 6 el plantel educativo invitó a estudiantes y profesores de educación media, tanto de colegios oficiales como particulares, a realizar experimentos de química dentro de un contexto de la vida cotidiana, indica Abdiel Aponte, director del Cimecne.
También se hizo un panel en el que estudiantes, profesores de media y universitarios discutieron sobre la enseñanza experimental de la química en el nivel medio.
RELLA ROSENSHAIN
