Un estudio difundido por el Instituto Karolinska de Estocolmo identifica dos genes que pueden ser vinculados con un “aumento de la inclinación a cometer actos violentos de forma repetida”.
Los resultados fueron obtenidos luego de hacer análisis genéticos a 895 personas condenadas por distintos delitos en Finlandia.
La investigación descubrió una relación entre la violencia y una variante del gen MAOA y el gen CDH13, vinculada anteriormente con alteraciones del comportamiento.
“En las personas condenadas por delitos que no incluían violencia no se podía ver la misma presencia de MAOA o de CDH13, lo que indica que estas variantes genéticas están relacionadas con el comportamiento violento”, señaló Jari Tiihonen, profesor de neurociencia en el Karolinska.
El bajo metabolismo de dopamina, vinculado con el MAOA, puede contribuir a una mayor agresividad junto con el uso de drogas, constata la investigación dirigida por el centro sueco, pero en la que han colaborado instituciones finlandesas, británicas y de Estados Unidos.
El estudio publicado en la revista especializada Molecular Psychiatry muestra que esas dos variantes de genes aparecen en entre el 5% y el 10% de los delitos violentos graves en Finlandia.
